Mané, Salah y Firmino aplastan al Oporto

Se fue Philippe Coutinho al Barcelona pero se quedaron Salah, Mané y Roberto Firmino. Con ellos tres se bastó el Liverpool para emular al City y poner los dos pies en los cuartos de final de la Champions. Prácticamente sobrarán los 90 minutos de Anfield después de que los tres delanteros red, rapidísimos, verticales y voraces, casi intercambiables, destrozasen al Oporto, que nunca entendió por donde entraban y se le colaban las tres flechas, ayer de naranja chillón.

El Liverpool juega como el rock duro que le gusta a su entrenador, Jürgen Klopp. Es electricidad pura. Como los Kiss, Metallica, Iron Maiden o AC/DC. Se quedó sin su cantante y vocalista. Pero sigue contando con la guitarra eléctrica de Salah, con la batería de Mané y con el bajo de Firmino para que suene la música atronadora cada vez que los tres se ponen a correr.

Bajo la lluvia en Do Dragão además le favoreció una mala noche de José Sá, el portero que ha desplazado a la suplencia a Iker Casillas, que se comió el primer gol de Sadio Mané. El senegalés hizo un hat-trick.

El meta portugués volvió a ser retratado por Salah en el segundo tanto. Milner disparó al poste y el egipcio recogió el rechace con la cabeza adelantándose a Telles y regateó a Sá con un sombrero para marcar.

El tercer gol lo tuvo todo porque intervinieron los tres a un ritmo endiablado: Firmino pasó de tacón a Salah, que puso el turbo y asistió al brasileño. Sá despejó el disparo pero dejó el balón muerto para que Mané empujase a gol.

Faltaba Firmino y no falló a su cita en un centro de Milner, todo al primer toque, a la velocidad de un riff de heavy metal. Mané cerró la manita con un zapatazo inapelable. Vértigo y ruido.