El Ibex cede y se precipita hasta sus mínimos anuales
Las bolsas chinas acentúan la presión sobre los mercados
Hoy se cumplen siete años del desplome de Lehman Brothers. Siete años de crisis. Y un sentimiento de pesar recorre los mercados financieros, que llevan mes y medio acogotados, desconcertados por la deriva que el asunto ha ido tomando. Son muchos los elementos que hoy concurren en contra de los parqués: la grieta en China, la parálisis en Brasil, la caída en picado del precio de las materias primas, el agotamiento de los recursos de los bancos centrales, la corrección técnica en Wall Street y Tokio, las inminentes elecciones en Grecia (el próximo domingo)... Todos esos elementos le sientan fatal a las bolsas, que no hallan consuelo. Ayer, al cierre, el Ibex tocó su mínimo anual.
Muy castigado por la banca y por las constructoras, el principal selectivo español se dejó el 0,43%, hasta los 9.696 puntos, allí donde no se veía desde octubre del año pasado. En lo que llevamos del 2015, el Ibex se ha dejado el 5,67%. Más que ninguna otra gran plaza de la eurozona.
“Esta vez, al Santander le ha castigado la rebaja del rating de Brasil”, recordaba Victoria Torre, analista de SelfBank. Algo similar le ocurrió a Telefónica (-1%), también íntimamente conectado con Brasil. Repsol, con un -0,6%, tampoco ayudó. En su caso pesó la caída del precio del petróleo, un goteo constante que, según la mayoría de los expertos, podría acentuarse. Un informe reciente de Goldman Sachs estimaba que el valor del barril de Brent podría verse por debajo de los 20 dólares en los próximos meses. Ayer cerró en los 46,6 dólares, muy cerca de los mínimos del año (45,5).
La situación sigue turbia en todos los escenarios. La producción industrial de China en agosto se cerró en 6,1 puntos, tres décimas por debajo de lo esperado, y ese dato reactivó las dudas en la Bolsa de Shanghai, que descendió el 2,7%. Tokio le siguió el paso: los últimos paquetes de reformas del gobierno de Abe (la Administración reclama nuevas rebajas en los precios de las operadoras telefónicas) se llevaron por delante al Nikkei, que retrocedió el 1,63%. Y ese escenario acabó trasladándose a los mercados europeos, que se mostraron erráticos durante la mayor parte de la sesión, y que acabaron des configurándose en el último tramo, ya con la apertura de Wall Street.
El Eurostoxx perdió el 0,39%; París, el 0,67%; Milán, el 0,96%. Frankfurt fue la única que mantuvo el tipo, con un exiguo +0,08%.
Las miradas se han vuelto ahora hacia la Reserva Federal. Mañana arranca una nueva reunión de tipos del banco central estadounidense. Y el jueves, ya al cierre de los mercados europeos, Janet Yellen dictará su veredicto. No queda claro aún qué comunicará la presidenta de la Fed. Si interpreta nuevos brotes verdes en la economía estadounidense, entonces anunciará la esperada subida de tipos para finales de año. De lo contrario, mantendrá el stand by vigente.
¿Cómo se lo tomarán las bolsas? Ese ya es otro cantar. En los últimos tiempos, ningún inversor consigue dormir a pierna suelta.
A la espera del mensaje de la Fed, el jueves, los parquets europeos siguen en horas bajas