Condenas ejemplares
Quiero comentar la última sentencia impuesta por el célebre juez de menores Emilio Calatayud (“Un castigo poco convencional”, Tendencias, 25/I/2017). Este magistrado es conocido por sus peculiares condenas, como esta última: un menor que robó en una peluquería tendrá que estudiar el oficio y cortarle luego el pelo al juez. Me parece sencillamente admirable cómo este juez brinda nuevas oportunidades a jóvenes que algunos tacharían de delincuentes. Al fin y al cabo, son adolescentes que tienen aún toda su vida por delante, y a los que por un simple error que hayan cometido no hay que privarles de su juventud.
Habrá quienes no estén de acuerdo con el modus operandi de Calatayud, alegando que la solución más eficiente sería enviar a estos jóvenes a un correccional de menores. Sin embargo, debemos ver a estos muchachos como personas necesitadas de nuestra ayuda, y no como malhechores que hay que meter entre rejas.
JOAN ANDREU FONT
L’Hospitalet de Llobregat