La Vanguardia (1ª edición)

La reina europea del tatuaje va a por el Guinness

LA CATALANA LIDIA REYES, DE 32 AÑOS Y MADRE DE DOS HIJAS, ASPIRA A SER LA MUJER MÁS TATUADA DEL MUNDO. SU MIEDO A LAS AGUJAS NO LE HA IMPEDIDO PLASMAR SU VIDA EN SU PIEL. CUENTA CON MÁS DE 270 TATUAJES

- AMANDA AGUILAR Barcelona

La mujer más tatuada de Europa tiene más de 270 tatuajes y nacionalid­ad española. Su nombre es Lidia Reyes, una catalana de 32 años que tiene grabada su vida en la piel. Su cuerpo es un lienzo que pronto estará totalmente cubierto. Su objetivo es arrebatarl­e el título a Julia Gnuse, la estadounid­ense que en el 2010 obtuvo el récord Guinness por ser la mujer más tatuada del mundo. Lidia es madre soltera y vive en Mataró con sus dos hijas, su principal ocupación. Actualment­e tiene entre el 85 y el 90 por ciento de su anatomía cubierta de tinta, motivo que le impide encontrar un trabajo convencion­al. Consciente de su situación, ha decidido vivir de su imagen, que destaca por la gran cantidad de tinta que hay en su piel y el color fucsia de sus glóbulos oculares. Cada uno de sus tatuajes tiene un porqué, entre los que destacan los rostros de quienes son y fueron sus seres más queridos: el tatuaje de sus dos hijas y el de su madre y su mejor amigo, ambos ya fallecidos. Todo dibujo tiene una historia y ella confiesa que se deprimirá cuando no le quede rincón de piel por tatuar. Nunca imaginó verse así. Fue a los 15 años cuando se hizo su primer tatuaje por moda, del que se arrepintió y acabó tapando con otro dibujo. Luego continuó pero de forma puntual. En el 2011 empezó a convertirs­e en algo adictivo para ella: “Te haces uno, luego quieres otro y otro. Llegó un punto en que me convertí en la mujer más tatuada de España, sin planteárme­lo”, explica. Ahí fue cuando Lidia quiso aprovechar esta oportunida­d para orientar su futuro profesiona­l. “Me dije: ¿por qué no consigues el récord Guinness mundial? Hablé con Isobel Varley, la mujer que obtuvo el récord mundial antes que Julia Gnuse y me dijo que tenía muchas posibilida­des”, explica. Desde entonces, decenas de tatuadores han tenido el privilegio de dibujar en su piel. No cobran, contribuye­n a que una española acabe siendo la mujer más tatuada del mundo. Son muchos los prejuicios y las dificultad­es a la que su estética la expone, pero la catalana no se arrepiente de su trayectori­a. Eso sí, si pudiera volver atrás no se tocaría la cara: “Es algo que te ves todos los días. Echas de menos tu anterior rostro. Dices ‘joder, qué guapa era’”. Ahora Lidia se está borrando los tatuajes que lleva en el rostro con sesiones láser, gran hándicap para lograr su objetivo. Para conseguir el récord debe llegar a tatuar el 95 por ciento de su cuerpo. Pero a la aspirante al Guinness eso no le quita el sueño, tiene un as en la manga. Posee dos partes de su anatomía todavía sin tatuar: las plantas de los pies y sus partes íntimas, que se tatuará en unos pocos días. Ante el debate de hasta qué punto es perjudicia­l para su salud, Lidia sabe que podría tener más posibilida­des de desarrolla­r un cáncer de piel y explica que debería hidratarse más que una persona no tan tatuada. Su entorno siempre le ha dicho “para”, pero ella no teme, sino que va a más. No sólo destaca por sus tatuajes sino por ser una de los cuatro españoles que se han atrevido con la técnica del Eyeball Tattoo, que consiste en inyectar la tinta entre la capa conjuntiva y esclerótic­a que protege el ojo. “Esta técnica no tiene que ser peligrosa si te pones en manos de un buen profesiona­l, como hice yo”, tranquiliz­a Lidia y asegura que no ha tenido problemas de visión. “Bueno, soy miope, pero lo he sido toda la vida”, bromea. Lejos de preocupars­e por los riesgos a los que se ha podido someter, el “curioso” miedo de la catalana es otro. La reina europea del tatuaje tiene miedo a las agujas. Las enfermeras se enfadan con ella: “Con todo lo que llevas encima, me dicen”, explica entre risas. Pero su pánico no le ha impedido hacer lo que ha querido y tatuarse todo lo que le ha apetecido. Y lo volvería a hacer. Lidia Reyes echa de menos un trabajo convencion­al pero “a corto plazo”, especifica, porque no sabe si podría volver a cumplir con todo lo que conlleva. Al parecer, antes de adentrarse en este mundo ha ejercido de comercial, panadera y encargada de una importante cadena de supermerca­dos, entre otros empleos, hasta que en el 2007 se adentró en el cine para adultos. En esa época viajó mucho y su profesión le permitió trabajar para ella y por ella, sin un jefe y un horario fijo del que depender. Su carrera terminó cuando conoció al padre de su hija y se quedó embarazada y, aunque le han ofrecido volver, ya cerró esa etapa: “No quise volver porque quería llevar mi vida hacia otro camino, por ejemplo en la televisión. Bueno, ahí vamos”. Ahora lleva una vida difícil pero asegura que mantiene intacto su carácter. Sigue siendo una mujer sencilla, muy cariñosa y sentimenta­l, pero “impulsiva y con muy mal carácter cuando van contra mí o los míos”, reconoce. Ahora está de mal humor. “Realmente pensaba que esto había cambiado pero con las redes sociales me he dado cuenta de que el país está atrasado”, expresa una Lidia indignada por las críticas y los comentario­s irrespetuo­sos que ha recibido. En su situación, ha entrado en contacto con muchas personas de otros países que viven, como ella, la pasión por el tatuaje y son inevitable­s las comparacio­nes. Pone como ejemplo a Inglaterra, un país en el que la tinta no es un impediment­o para la vida laboral. La exposición pública puede ser muy excitante pero puede convertirs­e en un juego peligroso en el que ya está involucrad­a. Lidia asegura que lucha día a día contra los prejuicios de una sociedad que analiza cualquier elemento que se aleje de lo común. Se apoya en mucha gente que le da ánimos y tiene la esperanza de que cambie la forma de pensar de este país. Como dice ella, “vive y deja vivir”, una filosofía que ayudaría a aumentar el nivel de tolerancia de una sociedad que parece no haber rozado el siglo XXI.

“Tatuarse es adictivo y quien diga lo contrario miente. Me convertí en la mujer más tatuada de España. Todo esto sin planteárme­lo. Me dije: ¿por qué no consigues el récord Guinness mundial?”, explica

 ?? LIDIA REYES ??
LIDIA REYES

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain