Nunca más la burbuja
La burbuja inmobiliaria no sólo provocó el colapso del sector de la construcción y del financiero, sino que además fue uno de los principales culpables de la crisis más profunda que ha sufrido España en los últimos años. Pero también causó otros pequeños perjuicios. Entre el 2000 y el 2008 en pleno boom inmobiliario los promotores redujeron la superficie de los pisos para maximizar sus beneficios, ya que en un mismo solar se podían construir más pisos si se reducía el tamaño. Así, al comprador de un piso de tres habitaciones el vendedor le vendía uno de tres habitaciones pero de un tamaño mucho menor que el de los que se construían antes. Aunque el precio era superior por los incrementos anuales registrados, no lo era tanto porque la superficie que se vendía en cada piso era menor. Ahora, casi 10 años después de que se pinchara la burbuja, los pisos de tres habitaciones que se construyen han vuelto a crecer y son como hace veinte años porque sólo compran las familias que ya tienen un piso: quizá el pequeño de tres habitaciones que les colocaron en el boom.