Bonet y el catalán
El nuevo presidente del Instituto Cervantes, Juan Manuel Bonet, es un hombre de muchas literaturas, culto y abierto. En su toma de posesión y ante los ministros de Educación y Cultura y Exteriores pidió más asignación presupuestaria y enfocó la mirada de la entidad hacia América Latina como espacio de colaboración para muscular el español que es nuestro petróleo cultural. Pero el aviso de Bonet se dejó en el tintero la necesidad de que el Cervantes acoja todas las lenguas españolas. En la esfera cultural española hay que conjugar el verbo integrar y el idioma catalán –que Bonet dice en estas páginas sentir como propio– es una realidad potente y un patrimonio del que deberíamos disfrutar todos los ciudadanos que deseasen su aprendizaje, aquí y fuera de España.