Gulliver, mecanizado
El TNC presenta ‘El somni de Gulliver’, una ópera mecánica que funciona sola
Una ópera que funciona sola. Una ópera mecánica. El TNC presenta hasta el día 26 El somni de Gulliver, un montaje de Roland Olbeter, un violinista e ingeniero naval alemán que vive en Barcelona desde 1986 y que desde hace tiempo se dedica a la escenografía de teatro y ópera y a la ingeniería de arte robótico. Ha colaborado con La Fura dels Baus y ha creado espectáculos propios donde los robots son protagonistas. Y El somni de Gulliver, confiesa, “es un punto culminante de mi carrera, una ópera automatizada que no necesita asistencia humana”.
Un gran teatro mecánico con dos marionetas automatizadas, minirrobots, 250 pistones neumáticos, 70 pequeños servomotores, sugerente música interpretada por once instrumentos electromecánicos y nueve voces reales de cantantes de ópera como la mezzo Claudia Schneider o el tenor Antoni Comas, cuyas voces han sido grabadas y cuya presencia no es necesaria en esta ópera onírica inspirada en Los viajes de Gulliver... pero en el espacio.
Olbeter recuerda que el autor de la novela, Jonathan Swift, era un cura irlandés en Inglaterra y en su libro se refleja la opresión de su pueblo por los ingleses y tiene muchas facetas sobre la política y cultura de su época. En la obra Gulliver es un astrónomo que coge su nave espacial, un kayak, para buscar el eco del big bang. Va por diferentes mundos donde encuentra desde unos liliputienses nanobots gobernados por un rey loco obsesionado por la disciplina militar a un planeta-mujer que busca amor y ha parido el universo y se ha quedado sola. Un último viaje por el mundo y el sentido de la vida.