Nacho Rodríguez inicia la revolución del organigrama
El exbase tendrá poderes para “llegar hasta donde haga falta”
Nacho Rodríguez transmite el mismo carácter que mostraba en la pista durante sus seis temporadas como jugador del Barcelona, concluidas con una Euroliga, cuatro Ligas y dos Copas como títulos más relevantes. El andaluz ha sido el elegido para potenciar la estructura de la sección de baloncesto y será el nuevo mánager de gestión, “con plenos poderes para llegar hasta donde haga falta”, en palabras de Albert Soler, director de deportes profesionales. Rodríguez trabajará codo con codo con Rodrigo de la Fuente, mánager deportivo, en un organigrama en el que también estarán Pere Capdevila, secretario técnico de formación, Manolo Flores, asesor técnico, y un director de scouting cuyo nombre se conocerá en breve. “Será un modelo semejante al de otras secciones, no inventamos nada”, dijo Soler, que no ocultó “la autocrítica porque la realidad es la que es. No estamos en el playoff de la Euroliga y esto es un fracaso”.
La llegada del ejecutivo malagueño representa, esta vez sí, un cambio notable en el rumbo de la sección y supone la salida del cargo de Joan Carles Raventós, el directivo encargado de las cuatro secciones profesionales del club en los últimos años. No había otro camino después de dos años en blanco y otro, el presente, decepcionante en todos los sentidos. “Los resultados de esta temporada exigían una respuesta”, comentó Joan Bladé en el análisis de la nueva organización del baloncesto, que aumenta mucho su autonomía.
El mensaje de Nacho Rodríguez fue ilusionante y poderoso. La energía con la que defendía a los bases rivales la aplica ahora al mundo de la gestión. Después de veinte temporadas en la ACB, durante cuatro años fue secretario general de deportes de la Junta de Andalucía. Desde el primer momento, el nuevo mánager pisa fuerte. Al contrario que De la Fuente, no confirmó la continuidad de Bartzokas (“me sentaré a hablar con él para saber qué piensa y cómo ve el futuro”, explicó) y apeló a sus conocimientos del club azulgrana: “Sé lo que significa el Barça y lo que representa ponerte su camiseta. Esta es mi casa. En mi etapa como jugador aprendí lo que es la presión, a luchar y a ganar”.
Aunque los objetivos que se plantea el club (“ganar títulos con jugadores de la cantera”) no son inmediatos, el malagueño no olvida la necesidad “de ser competitivos hasta final de la temporada y por esto no la damos por perdida. No pondré excusas”. En su discurso se refirió también a Juan Carlos Navarro, que le observaba unas filas más atrás. “Compartimos seis años en el Palau y será muy importante en este proyecto. Le voy a ayudar”, afirmó en una frase que deja entrever que se hablará del futuro del emblema barcelonista, muy cuestionado ahora. “Es una pena –concluyó– que este año todos, jugadores y directivos, piensen que ‘este es el momento para ganar al Barça’. Hay que cambiar esta dinámica y lograr que los rivales nos respeten porque somos un gran club”.
“Hay que ser competitivos hasta el final de la temporada y no la daremos por perdida” “Esta es mi casa y sé lo que representa el Barça, ponerte su camiseta y sentir la presión”