Animar no es insultar

Los aficionados ubicados en el espacio de animación del Camp Nou canalizaron el domingo la frustración por la pérdida del campeonato a través de insultos y descalificaciones a los rivales. Esta conducta disiente de los principios fundacionales de este sector del gol norte, que no contemplan otra finalidad que animar a los jugadores en cualquier circunstancia. Animar no es insultar. Los cánticos y consignas del estilo “madridistas, hijos de puta” o el anacrónico y homófobo “Míchel, maricón” comportarán sanciones económicas para el club y, lo que es peor, boicotean la imagen de entidad modélica que pretende proyectar el Barcelona. El comportamiento de los animadores, que supone una regresión, pone en tela de juicio el empeño de la directiva en proporcionarles cobertura logística. Muchos socios se sintieron incomodados por los cánticos del millar de aficionados instalados en la zona acotada, que, hay que destacarlo, no consiguieron arrastrar al resto del Camp Nou.