En manos de Agassi
El estadounidense asesorará a Djokovic en Roland Garros
El mal momento de juego y, sobre todo, de títulos por el que está pasando el tenista serbio Novak Djokovic le ha llevado a buscar la ayuda de André Agassi después de romper con su equipo de entrenadores, un cambio que deberá rendir pronto, pues la próxima semana comienza Roland Garros, en que Nole necesitará un buen resultado para luchar por el número uno mundial.
Más allá de sus memorias en un libro espléndido (Open), no ha habido noticias en los últimos años sobre un jugador de estilo inconfundible y larga melena que marcó una época en el tenis, Andre Agassi, ganador de ocho títulos de Grand Slam entre otros muchos trofeos (un total de 60). Pero el estadounidense ha unido ahora su destino al de Novak Djokovic, el número dos del mundo, que ha perdido la magia que le llevó a dominar en el circuito de la ATP con insultante autoridad. Anteayer fue superado en la final del Masters 1.000 de Roma por Alexander Zverev, de 20 años, y a estas alturas de la temporada tan sólo tiene un título en el 2017 (Doha), mientras que el año pasado ya acumulaba cinco, entre ellos el Open de Australia. No, el serbio no es ahora un tenista que intimide. Necesita un cambio. Un revulsivo. Y en este escenario aparece Agassi y el recuerdo de su estilo indomable, que se mantiene vivo once años después de su retirada (2006).
No está claro hasta dónde llegará la unión entre el serbio y el estadounidense, que se iniciará de inmediato, en Roland Garros, el Grand Slam de tierra batida que empieza el próximo domingo. “He hablado mucho con él las dos últimas semanas y nos reuniremos en París. Tenemos ganas de empezar a trabajar y aunque no se quedará durante todo el torneo, ya veremos qué sucede en el futuro”, ha explicado Djokovic después de perder la final de Roma.
Mientras el tenista de Belgrado busca soluciones a su juego, Boris Becker, que finalizó en diciembre su colaboración con Nole, tiene muy claras las causas de su bajón deportivo, lógico por otra parte si tenemos en cuenta el desgaste de mantenerse en la cima durante mucho tiempo. “Djokovic no se entrena tanto como antes”, ha comentado el alemán.
Pero esto es el pasado. El presente se llama Agassi. “Andre es una leyenda de este deporte, dejó huella para siempre y lo ganó todo. Fue un revolucionario por su carácter y su manera de encarar la vida y el tenis, distinta
“Fue un revolucionario por su carácter y su manera de encarar la vida y el tenis”
a la de los demás”, ha añadido Djokovic, ansioso de iniciar la colaboración con una persona “humilde y educada, de grandes valores. Es una persona que puede dar una aportación a mi vida dentro y fuera de la pista”. Entre los valores a los que se refiere está, sin duda, la familia. A punto de ser padre de nuevo, el ex número uno del mundo –situación que dejó el pasado noviembre cuando fue superado por Murray al frente de la ATP–, sigue los ideales de Paz y Amor, la doctrina que lidera el exjugador riojano Pepe Imaz –campeón de España de dobles en 1998–, que atrajo en su día a Marko, el hermano de Nole, para solucionar sus problemas y ahora se ha convertido en una figura vital para el tenista serbio.
Djokovic, que ayer cumplió 30 años, tiene muy claro que Agassi lleva muchos años alejado de la élite del tenis, “pero está al día de todo, conoce a los jugadores y todo lo que rodea a este mundo. De hecho, él pasó por todo lo que estoy pasando yo en la actualidad y su experiencia me puede beneficiar”. Para Agassi, la posibilidad de ayudar a uno de los mejores tenistas de la historia también es un reto apasionante, al margen de lo que suceda en el futuro.