Rohani replica a Trump que hará pruebas con misiles cuando quiera
El reelegido presidente recomienda a Riad que deje votar a sus ciudadanos
Era la primera rueda de prensa de Hasan Rohani como presidente reelecto y como tal estaba destinada sobre la abultada victoria en las elecciones en las que salió ganador con un 57 por ciento de los votos, pero resultó que al final terminó convertida en la tribuna desde la que responder a las acusaciones hechas por los gobiernos de Estados Unidos y Arabia Saudí acerca de que Irán es el principal patrocinador de terrorismo en el mundo.
“¿Quiénes son los que realmente se han enfrentado al terrorismo? Han sido Siria, Irak o Líbano, e Irán ha estado dándoles apoyo”, sentenció Rohani, que fue reelegido por más 23 millones de iraníes, especialmente jóvenes, que respondieron a su promesa de mantener a Irán alejado de una guerra y de establecer mejores relaciones con los países de la región, y el resto del mundo. “Usted no puede derrotar al terrorismo sólo gastando dinero u organizando reuniones”, sentenció irónicamente el presidente.
Rohani se refería a Arabia Saudí, país al cual recordó que la fuente de poder de una nación no solo está relacionada con las armas, sino en el poder que emerge de la participación de la gente en las elecciones. “Yo creo que el momento de cambio vendrá para Arabia Saudí en el momento que ellos dejen votar a su gente. Deben dejar que su gente decida y escoja a sus líderes”, proclamó Rohani.
Sólo horas después de que los iraníes se lanzaran a la calle a celebrar el triunfo de Rohani frente al candidato que representaba al ala más dura del sistema iraní, tanto el presidente estadounidense Donald Trump como el rey Salman de Arabia Saudí acusaron a Irán de financiar y armar terroristas y promover el sectarismo. Irán, según ambos mandatarios, tenía que ser aislado por los países de la región.
“No creo que los estadounidenses estén listos para negociar las vidas que perdieron el 11 de septiembre a cambio de billones de dólares que ganarán por la venta de armas”, aseguró Rohani que durante toda la rueda de prensa intentó marcar la diferencia entre los gobiernos y sus poblaciones. El presidente iraní hacía referencia a los 110 billones de dólares en armas que Estados Unidos ha vendido al reino de Riad.
Rohani, que ayer estaba mucho más sosegado y pausado que en los últimos días de campaña en los que tuvo palabras duras contra algunas organizaciones iraníes que se han opuesto a la gestión de su gabinete, aprovechó la oportunidad para dejar claro al Gobierno estadounidense que Irán realizará pruebas con sus misiles cada vez que lo considere conveniente, y como se lo permite la resolución 2.231 del Consejo de seguridad de las Naciones Unidas. Toda su alocución fue retransmitida en directo por la televisión nacional iraní.
“Nuestra nación ha tomado la decisión de ser fuerte, pero nuestras armas y nuestros misiles son pacíficos”, dijo Rohani, que aseguró que si Irán no produce sus armas puede llevar a otros a tomar decisiones equivocadas. “Ellos –por Estados Unidos y Arabia Saudí– calcularon mal en el pasado y llevaron
Dice el líder iraní: “Hemos tomado la decisión de ser fuertes, pero nuestras armas son pacíficas”
a la región a la turbulencia y a la guerra”, dijo al referirse a la guerra entre Irán e Irak que trajo inestabilidad a esta zona del mundo durante la década de los ochenta.
Fue en el contexto de la guerra contra Irak, que las relaciones entre Irán y Arabia Saudí empezaron a romperse progresivamente hasta llegar a la situación en la que se encuentran hoy, cuando ambos países no solo se posicionan en esquinas opuestas en conflictos como los de Siria y Yemen, sino que compiten abiertamente por poder y por ganar influencia en Oriente Medio. Arabia Saudí, suní, es considerado el centro del mundo islámico mientras que Irán es el país con la población más grande de chiíes en el mundo.
“Queremos decirles a las naciones regionales que estamos con ellos”, dijo Rohani, que aseguró, invocando la voluntad de Dios, que la estabilidad regresaría a la región en los próximos cuatro años. También aprovechó para recordar que los norteamericanos siempre habían tomado decisiones equivocadas en Oriente Medio, incluido Irán.