Aval técnico al tranvía si genera un fuerte descenso del tráfico La clave está en los semáforos.
Un estudio de la UPC estima una mejora de la movilidad si 12.500 coches dejan de circular
El gobierno de la alcaldesa Ada Colau ya tiene un estudio científico que avala la unión de las dos líneas del tranvía sobre el asfalto de la avenida Diagonal. Pere Macias, el director de este controvertido proyecto, presentó ayer el análisis llevado a cabo por el Centre d’Innovació del Transport (Cenit) de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), una microsimulación de lo que ocurriría en los 24 cruces de la avenida entre la plaza de las Glòries y la plaza Francesc Macià si finalmente se tendieran los raíles entre ambos puntos. Sus conclusiones no podrían ser más optimistas. Quizás demasiado... La puesta en marcha de este medio de transporte no hará otra cosa que beneficiar a todo el mundo: a los propios usuarios del tranvía, también a los del autobús, a los cilegio clistas, a los peatones..., incluso a los usuarios de vehículos privados. Todos ellos ahorrarían tiempo en sus desplazamientos. Todos saldrían ganando. Pero este escenario únicamente es posible si se produce una drástica reducción del tráfico en la Diagonal y en su entorno.
El punto de partida del estudio de la UPC es que la demanda ciudadana del nuevo tranvía supondrá en toda la ciudad una reducción de hasta 12.500 vehículos privados cada día. Hablamos de que hasta 12.500 conductores, y también de las personas que normalmente los acompañen en sus desplazamientos, abandonarán sus coches y motos. Diversos estudios que durante los últimos meses cuestionaron la conveniencia de esta obra destacaron que el incremento de la demanda del tranvía previsto por el Consistorio era muy exagerada.
Esta estimación de 12.500 vehículos fue formulada por los estudios técnicos del Ayuntamiento que hace ahora algo más de un año enarboló el gobierno de Colau para asegurar que el despliegue de vías sobre la avenida era sin duda la opción más atractiva sobre la mesa, mucho más que la que podrían ofrecer otros itinerarios por calles del Eixample o el despliegue
Los técnicos dicen que la prioridad semafórica permitirá a los convoyes circular a 17,6 km/h
de autobuses eléctricos por la Diagonal. Si al final la unión del Trambesòs y del Trambaix no logra seducir a todos estos ciudadanos, las conclusiones presentadas ayer no serán válidas. Hasta ahora las defensas del tranvía habían tenido un tono principalmente político,
Los autobuses también podrán circular por el carril del tranvía en varios tramos
a ratos ideológicos.
La clave de todo este proyecto se encuentra en la prioridad semafórica, en encontrar el modo de que el tranvía encuentre todas las luces en verde a fin de poder disfrutar de una velocidad media que lo convierta en un medio de transporte competitivo y que este privi- de paso no congestione el tráfico del entorno, no genere un atasco tras otro en cada cruce de la avenida, no incremente la congestión y traiga más males que remedios. Según este estudio encargado por el Ayuntamiento, esa prioridad semafórica es posible. De hecho, sus previsiones son mucho más optimistas que las formuladas hace ahora algo más de un año. Entonces se estableció que si se encontraba todos los semáforos en verde el tranvía podría circular a una velocidad media de 16 km/h, y ayer los técnicos elevaron este registro a los 17,6.
La diferencia no es baladí. El autobús apenas alcanza los 12 km/h de media, y en la Diagonal quizás algo menos. En la actualidad el Trambaix se mueve a una velocidad media de 17,5, y el Trambesòs a 18. A 17,6, y con una frecuencia