Jornada accidentada en la huelga de metro y en el servicio de Rodalies
Como ya es costumbre cada lunes, la jornada semanal de paros en el metro de Barcelona volvió a complicar ayer la movilidad en el área metropolitana. Los paros en el suburbano durante las horas punta, sobre todo en la franja matinal de 7 a 9 horas, provocaron aglomeraciones en algunas estaciones (en las de Sagrada Família y Sagrera hubo que regular la afluencia) y convoyes en un conflicto que, después de setenta reuniones entre la empresa y los sindicatos, todavía no tiene fecha de caducidad. Está previsto que esta tarde se reanuden las conversaciones para intentar desencallar la negociación del convenio.
Más allá de las incidencias propias de la huelga, con las molestias que esta acarrea a miles de pasajeros, el metro de Barcelona registró ayer otro suceso. La presencia de diversas personas poco antes de las ocho de la mañana en la zona de vías de la L9 Norte y la L10 obligó a interrumpir el servicio en las mismas durante 45 minutos, precisamente en un momento en el que los paros ya estaban afectando el funcionamiento del metro. Hacia esa hora se detectó la presencia de estas personas, supuestamente vándalos ferroviarios, lo que obligó a activar el protocolo para revisar los túneles y comprobar que no había nadie
Ocupación de los túneles de la L10 e invasión de vías en Montcada en protesta por un nuevo atropello
en los tramos por donde pasan los convoyes. Cuando se observó que ya no estaban los invasores, el servicio quedó normalizado, sobre las 8.35 horas.
También hubo problemas en la red de Rodalies de Renfe. Cerca de un centenar de personas invadieron las vías del tren de las líneas R2 y R11 a su paso por Montcada i Reixac para protestar por el último atropello mortal, circunstancia que provocó retrasos de hasta 45 minutos en estas líneas. La invasión se produjo a raíz de que el domingo por la tarde un joven de 14 años fuera atropellado por el tren en la R2, a la altura del ambulatorio de les Indianes de Montcada. La ocupación de la vías duró entre las 12.15 y las 12.50 y afectó a unos 3.000 pasajeros. Renfe informó que, como ya tenía conocimiento previo de lo que iba a suceder a través de las redes sociales, tomó medidas para minimizar el impacto de esta protesta, como la desviación de algunos trenes.