Pink Floyd, de la psicodelia al rock progresivo
Una escucha de Is this the life we really want? remite de forma automática a Pink Floyd, o lo que es lo mismo, a una de las referencias musicales más identificables y gloriosas de la historia del rock. Sonora y conceptualmente: desde su música, originalmente psicodélica que luego se convirtió en lo que se llamó rock progresivo; canciones de fascinante hermetismo más o menos filosófico; iconos de la experimentación sónica y también visual, tanto en carátulas como en los conciertos... Todo empezó hace ahora mismo medio siglo cuando el cuarteto que giraba en torno a la inestable genialidad del guitarrista, cantante y principal compositor Syd Barrett publicó The piper at the gates of dawn ,en 1967, referencia psicodélica después de la que Barrett abandonó la nave siendo sustituido por el carismático David Gilmour. A partir de allí fue Waters el que progresivamente fue imponiendo criterio musical y lírico (A saucerful of secrets, More, Ummagumma, Atom heart mother, Meddle, Obscured by clouds, The dark side of the moon, Wish you were here, Animals, The wall y The final cut) con creciente oposición interna y excelente acogida externa, hasta su marcha en 1985. El grupo siguió funcionando como tal hasta 1996; en noviembre de 2014 salió a la venta The endless river, el último disco de estudio de la banda, sin ninguna aportación de Waters. /