Draghi rechaza cambiar el rumbo de la política de estímulos del BCE
El presidente del Banco Central Europeo niega la existencia de burbujas de crédito
No hay atisbos de un cambio de rumbo. El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, defendió ayer, con la vista puesta en una inflación que considera baja, la continuidad de la actual política de estímulos. “No hay razones para desviarse de las indicaciones que hemos proporcionado”, aseguró durante las jornadas sobre estabilidad financiera, organizadas por el Banco de España.
Draghi mantiene su posición frente a las insistentes voces –sobre todo procedentes de Alemania– que reclaman abandonar la compra masiva de deuda soberana y los bajísimos tipos de interés, para propiciar un fortalecimiento del euro y mejorar la rentabilidad de los productos financieros más conservadores. El máximo responsable del BCE insistió en que “la amplitud de nuestras medidas de política monetaria y la duración de su vigencia son necesarias para alcanzar nuestro objetivo de estabilidad de precios”.
Con el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, como anfitrión, Draghi reconoció que estas medidas no convencionales, como los tipos negativos en los depósitos de los bancos en el BCE, tienen “efectos secundarios”, consecuencias que han tenido en cuenta, remarcó, y que han permanecido “limitadas”. En su discurso, el presidente del Banco Central Europeo destacó que las medidas adoptadas en los últimos años buscaban evitar la inestabilidad financiera y subrayó que el impacto global para la rentabilidad de los bancos ha acabado siendo positivo.
Ante las advertencias sobre el peligro de que la baja rentabilidad del ahorro acabe recalentando el mercado inmobiliario, Draghi quiso dejar claro que el supervisor europeo no ha detectado “indicios de ningún desarrollo de burbujas impulsadas por préstamos excesivos”. Descartó, pues, la existencia de “desequilibrios” en el mercado inmobiliario de la eurozona, pero hizo referencia a la necesidad de “vigilar de forma estrecha” áreas concretas.
Además, destacó la prudencia de los bancos a la hora de conceder crédito: en el último trimestre del 2016, explicó, los préstamos de los bancos de la zona euro aumentaron alrededor de un 2,7% frente al mismo periodo del año anterior, mientras que antes de la crisis, las tasas anuales de crecimiento fueron de hasta el 12%.
En este contexto de tipos de interés negativo, el presidente del BCE no dudó en enviar un mensaje claro a las entidades financieras. La baja rentabilidad se combate con una reducción de los costes (por tanto, menos oficinas, menos empleados...), les vino a decir. En suma, habló de un “amplio margen” para mejorar la eficiencia del sector y recordó que la eficiencia en costes de los bancos en la zona euro no se ha incrementado desde el año 2010.
En un diagnóstico sobre la situación actual, Draghi afirmó que la Europa del euro –que está creciendo al 1,7%– vive una recuperación “cada vez más sólida”, impulsada por el “círculo virtuoso del empleo y el consumo”. Sin embargo, no dejó de reseñar que “las presiones inflacionarias” se mantienen bajas.
El máximo responsable del BCE pide a los bancos que reduzcan sus costes El empleo y el consumo, dice el banquero, hacen que la recuperación sea “cada vez más sólida”