“El copago es un elemento clave, porque la salud no tiene precio, pero tiene un coste”
¿Qué convierte al sistema sanitario andorrano en el mejor del mundo?
En primer lugar, hay que dejar claro que los estudios publicados son informes extensos, exhaustivos y muy documentados, pero hacer rankings siempre es peligroso. Porque lo importante no es competir contra los demás, sino contra uno mismo para mejorar. Sin embargo, lo que sí es cierto es que nuestro sistema de salud cuenta con unas peculiaridades que hay que preservar y potenciar, puesto que dan buen resultado. Hay muchas, pero las más importantes son tres: la corresponsabilidad, la solidaridad y la libre elección de médico, que trae emparejada la libre implantación de profesionales.
¿Por corresponsabilidad entendemos copago?
En un sentido muy básico, sí. El sistema de salud andorrano tiene entre sus principios fundamentales la idea de que los pacientes pagan una parte del tratamiento: la Seguridad Social cubre el 75% del gasto sanitario y el 90% cuando hay un ingreso hospitalario, y el paciente paga el 25% o el 10%, en función del caso. Y en muchos casos el paciente adelanta el 100% del coste y la Seguridad Social le devuelve –a menudo al día siguiente– el 75%. Eso es importante, porque hace que los ciudadanos tengan conciencia del coste que tienen los tratamientos médicos. El copago es un elemento clave, porque la salud no tiene precio, pero tiene un coste. Aunque creo que la noción de corresponsabilidad debe ir más allá. Por ejemplo, uno de los grandes retos que tenemos, la medicina preventiva, necesita una actitud proactiva y responsable de los ciudadanos.
En otros países donde se habla de implementar el copago sanitario hay quien argumenta que este sistema dejaría excluidas a las personas con menos recursos.
Precisamente por eso, cuando me preguntaba sobre el secreto del sistema de salud andorrano, le he hablado de corresponsabilidad, pero también de solidaridad. Porque en Andorra nadie se queda sin tratamiento médico. Una buena prueba de ello es este informe de The Lancet que sitúa a nuestro país al frente del índice mundial de acceso y calidad del sistema sanitario. En nuestro caso, aquellas personas que no cuentan con suficientes recursos como para pagar el 25% o el 10% del gasto sanitario pueden pedir la cobertura del 100%, y la Seguridad Social estudia caso por caso y determina si procede o no cubrir el 100%. Además, también se cubre el 100% del coste de los medicamentos más caros.
¿Cómo funciona la libre elección de médico?
La Seguridad Social en Andorra no funciona como en España, donde una persona acude a un ambulatorio o al hospital y la trata el médico que le toca. Aquí, gran parte de los médicos son profesionales liberales que tienen consulta propia, y son los propios ciudadanos los que escogen a qué médico de cabecera desean ir o a qué especialista quieren acudir, en caso de que sea necesario. Por eso decía que la libre elección de médico trae consigo la libre implantación de profesionales, porque debe existir siempre una oferta suficiente para que los ciudadanos puedan escoger.
Este sistema, con copago y médicos liberales, ¿hace que la sanidad andorrana tenga menos déficit que la de sus vecinos?
Quizá este sistema evita ciertas conductas abusivas por parte de los ciudadanos, porque ir al médico en Andorra nunca es totalmente gratuito, pero los problemas de aumento del gasto existen igual. Quizá no de forma tan intensa como en otros países, pero también existen. Porque el crecimiento del gasto sanitario está muy vinculado al envejecimiento de la población. Piense que cuando Andorra creó su Seguridad Social, hace cincuenta años, la esperanza de vida en el país era de 74 años, y ahora es de 85 años. También eran unos años en los que por cada persona mayor había muchas más personas jóvenes trabajando y cotizando que ahora.
Y los tratamientos ahora son más caros...
Efectivamente, los adelantos de la ciencia hacen que ahora podamos curar muchas más enfermedades que hace unas décadas, pero los tratamientos son cada vez más caros. Además, enfermedades que antes eran mortales ahora ya no lo son, pero se convierten en crónicas; y más enfermedades crónicas significa mayor gasto sanitario. De hecho, creo que el gran reto que tenemos, en Andorra y en la mayoría de países desarrollados, es saber cómo tratamos la enfermedad crónica con los mejores estándares de calidad pero también de forma eficiente, y cómo implementamos políticas efectivas de prevención de la enfermedad y de promoción de los hábitos saludables. ¿Andorra realiza buenas políticas de promoción de los hábitos saludables? Estamos realizando cada vez más. Esta primavera, hemos sido noticia porque nuestro sistema de salud ha sido calificado como el mejor del mundo. En octubre pasado ya fuimos noticia porque la misma publicación nos situó como el cuarto país más sano del mundo. Pero preguntémonos por qué no somos los primeros, si contamos con un sistema sanitario de calidad. Pues porque todavía existen hábitos poco saludables entre nuestra población, como el consumo de tabaco y alcohol. Andorra tiene una población activa, que practica deporte, que vive en un entorno natural de calidad y que no sufre tanto el estrés de vivir en una gran ciudad, pero nos queda todavía margen para mejorar. Por eso durante los próximos meses iremos implantando más medidas de promoción de los hábitos de vida saludables.