Muere la mujer tiroteada en Elda por su expareja

Jéssica Bravo, de 28 años, tiroteada el miércoles por su expareja Imanol Castillo cuando estaba en la puerta del colegio del hijo de ambos, de 4 años, murió ayer en el hospital de Alicante. Uno de los cinco disparos que el asesino le propinó a bocajarro delante de su pequeño y de sus amigos le entró directo a la cabeza y le provocó la muerte cerebral.

Él no podrá afrontar ningún castigo por esta brutal acción, ya que tras acercarse a la joven madre y dispararle delante de padres, profesores y niños, incluido el suyo, cinco veces, cogió su coche y se descerrajó un tiro en la boca mientras iniciaba la marcha. El coche chocó contra un muro.

El caso ha provocado una fuerte polémica por la frialdad con la que este hombre, de 31 años, y que tenía otra hija de 10, fruto de una relación anterior, cometió el macabro asesinato en presencia de su propio pequeño y sus compañeros, que ayer recibieron asistencia psicológica en el propio centro. Su acción refleja la violencia que llevaba dentro y que, sin embargo, no apreció el juez de guardia que el día anterior, martes, le dejó en libertad pese a que había amenazado, de nuevo, a la joven y que ya tenía antecedentes por maltrato. El sistema judicial ha vuelto a quedar en entredicho en lo que se refiere a un delito de violencia de género.

En el 2016, el asesino, aficionado al culturismo, cumplió 40 días de trabajos comunitarios tras reconocer un delito de violencia en el seno familiar. Asimismo, tenía una orden de alejamiento de 2 años. El pasado 2 de noviembre volvió a amenazar a la víctima, quien lo denunció. El juzgado de Violencia de Género de Novelda (Alicante) decretó una orden de alejamiento. Pero unas horas después, Castillo empezó a llamar por teléfono a Jéssica, quien de inmediato lo puso en conocimiento de la policía. Por este motivo, fue arrestado el martes (un día antes de que cometiera el asesinato) pero quedó de nuevo en libertad provisional tras declarar en el juzgado de guardia.

Con Jéssica Bravo son ya 44 las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas y 23 los niños que han quedado huérfanos de madre.

El asesino acribilló a tiros a Jéssica Bravo unas horas después de que le detuvieran por amenazarla