Bruselas aumenta la previsión para España pero alerta del riesgo catalán
El impacto de la situación política sería, en cualquier caso, “limitado”
La Comisión Europea volvió a dar ayer una buena noticia para la economía española. Bruselas mejoró sus previsiones de crecimiento para este año y el que viene, respecto a la evaluación que realizó en primavera. Pero también dejó caer una advertencia: la crisis política en Catalunya puede ser un factor de riesgo en el futuro, en función de cómo evolucione la situación.
Todavía es pronto para cuantificar el impacto, considera el Ejecutivo comunitario, más cauto que el Ministerio de Economía que dirige Luis de Guindos, que ya ha cifrado unas pérdidas de 5.000 millones del producto interior bruto (PIB), de cara al 2018. La fecha de corte del informe de la CE es el 23 de octubre, por lo que el Parlament de Catalunya todavía no había declarado la independencia. Sí que se conocían los cambios de sede de las principales empresas y entidades bancarias, como las de La Caixa y el Banc Sabadell.
“Las reacciones de los mercados a los recientes acontecimientos en Catalunya han sido contenidos”, explica el documento. Aunque el comisario europeo de Economía, Pierre Moscovici, ha añadido que “existe el riesgo de que desarrollos futuros puedan tener un impacto más bien limitado sobre el crecimiento”.
Según los cálculos que hace Bruselas, el PIB español crecerá un 3,1% en 2017 –la misma proyección con la que trabaja el Gobierno central– y será del 2,5% en el próximo ejercicio –dos décimas más de lo que prevé el departamento de Luis de Guindos, siempre algo más pesimista en cuanto a los efectos negativos de la tensión política. De hecho, el Ministerio de Economía cree que si los acontecimientos en Catalunya no hubieran evolucionado hacia extremo actual, el alza del PIB hubiera sido de entre el 2,7% y el 2,8% el año que viene. A ello se refirió ayer el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en compañía precisamente de Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea. “Podría ocurrir, efectivamente” que el conflicto entre Barcelona y Madrid “obligara a rebajar la previsión de crecimiento”, dijo. Pero confió en no tener que llegar a este punto si las elecciones del 21 de diciembre aportan tranquilidad al ambiente general.
Sin querer entrar en valoraciones políticas, Bruselas prevé que el avance del producto interior bruto “se mantenga robusto”, impulsado sobre todo por el consumo privado –al que considera el “principal motor de crecimiento” - y las exportaciones. Unas exportaciones que, de hecho, podrían contribuir a un impacto positivo “más fuerte de lo esperado”, dijo Moscovici.
El buen comportamiento de los datos macroeconómicos, se traslada también a la reducción del déficit, que se espera que sea del 3,1% a finales de este año y del 2,3% en 2018. “No tengo dudas de que el déficit seguirá bajando de forma muy importante y España saldrá muy pronto del procedimiento por déficit excesivo”, aseguró el responsable europeo de Economía.
Si finalmente se baja de la cota del 3%, Bruselas podría sacar a España de este procedimiento, que el verano pasado estuvo a punto de costarle una multa millonaria de hasta 2.000 millones de euros, que finalmente fue cancelada. De todas formas, el Ejecutivo comunitario advirtió de que del lado fiscal existen aún riesgos ligados al impacto que pueda tener el acuerdo para salvar a las autopistas de peaje ahora en situación de quiebra y, sobre todo, a la “incertidumbre sobre el presupuesto del 2018”, que el Gobierno aún no ha aprobado.
De aquí podría venir el principal riesgo de la crisis catalana. España todavía no ha podido enviar a Bruselas un borrador actualizado con los presupuestos del año que viene, sino que, por segundo año consecutivo, ha mandado una prórroga de los presupuestos. El PNV estaba dispuesto a mediados de año a aprobar las nuevas cuentas con el Partido Popular, como contrapartida a los 1.400 millones de euros con los que Euskadi mejorará el cupo vasco. Pero el apoyo se rompió a raíz de los últimos acontecimientos políticos en Catalunya.
Sobre el comportamiento de la economía para el conjunto de la zona euro y el resto de países de la UE, Moscovici celebró que “estamos en una nueva fase de crecimiento”. Y es que en los últimos diez años no se había conseguido que todos los países creciesen, con España, de nuevo, a la cabeza. Le seguirán Alemania, con un aumento del PIB del 2,2% este año, Francia, con un 1,6% y el Reino Unido e Italia, con un 1,5% y un 1,3%, respectivamente.
A diferencia del Gobierno español, la CE no cuantifica el impacto de la crisis Mariano Rajoy señala que el Ejecutivo podría revisar a la baja las previsiones Moscovici cree que las exportaciones pueden compensar la erosión por la tensión catalana La ausencia de presupuestos para el 2018, principal riesgo para cumplir el déficit