Eada remodela totalmente su sede con una inversión de ocho millones
La escuela de negocios cumple 60 años volcada en la internacionalización
El edificio que alberga la sede de la escuela de negocios Eada, situado en la confluencia de las calles Aragó y Muntaner de Barcelona, que antaño acogió a la empresa de electrodomésticos Corberó, prepara la fase final de su remodelación, coincidiendo con el 60.º aniversario de la entidad, que se celebra hoy. La transformación, que comenzó en julio del 2016 y finalizará en octubre del 2018, supone una inversión de ocho millones de euros. La fundación privada titular del centro de formación aporta entre el 70% y el 75% (1,5 millones de recursos propios y el resto mediante un crédito hipotecario). El propietario del inmueble, Núñez i Navarro, pone el otro 25% o 30%.
“Hace ocho años nos planteamos un posible cambio de ubicación, pero nos decidimos por seguir aquí y reformar el edificio, aprovechando su excelente ubicación”, explicó ayer el director general de Eada, Miquel Espinosa. La intervención es profunda, ya que se trata de adaptar un inmueble que no fue concebido como centro de formación y que presentaba importantes deficiencias.
La escuela de negocios, fundada en 1957 por los consultores Arturo Alsina e Irene Vázquez con el apoyo de un grupo de empresarios, estuvo inicialmente en la calle Muntaner y en la Gran Via. Diez años después abrió sus primeras aulas en la actual ubicación. Desde entonces fue ampliando su presencia hasta ocupar los casi 4.000 metros cuadrados que tiene el inmueble. Además, la institución, que preside David Parcerisas, hijo de Vázquez, tiene un campus residencial en Collbató. En estos 60 años, unos 120.000 alumnos han pasado por Eada, con un fuerte peso de los extranjeros, que hoy aportan entre el 60% y el 65% de sus ingresos. “Nuestra apuesta por la internacionalización, que comenzó en 1996, es cada vez mayor”, destacó Espinosa. El conflicto catalán, explicó, supuso “un freno en las matrículas el pasado octubre, aunque parece que se está mejorando”.
El proyecto de remodelación, de Humbert Costas y Carlos Durán, de CDB Arquitectura, ya ha supuesto el traslado de las escaleras a los laterales, la instalación de ascensores panorámicos y la creación de un gran hall y un espacio ágora a pie de calle comunicado con la nueva sala de actos del subterráneo. En un segundo nivel a modo de altillo sobre la entrada se situará la biblioteca. También se ha finalizado la cafetería, en la azotea, con su terraza mirador. Las aulas y espacios de reunión, en las plantas intermedias, así como la fachada, que se cubrirá con láminas de vidrio, se abordarán el próximo verano.
Unos 120.000 alumnos han pasado por el centro barcelonés desde su creación en 1957