Motos en el Himalaya

Como buen aficionado al motociclismo al que estuve unido profesionalmente durante diez años hace más de cincuenta, he leído y disfrutado el artículo “Cuando subimos al Himalaya en moto” (Vivir, 3/I/2016), del periodista Domingo Marchena.

Por muchas razones es de agradecer que se recuerde aquella insólita aventura que emprendieron en 1973 los seis amigos con sus Bultaco-Sherpa en la famosa cordillera del Himalaya alcanzando los 5.156 m de altitud. Sobre todo, porque los protagonistas eran unos aficionados, en absoluto profesionales, a un deporte en cierto modo nuevo como era entonces el motociclismo de

montaña; profesionales sí, pero de lo suyo: un fotógrafo (Lluís Solé Guillaume), un industrial (Rafa Puig Bultó), un médico (Gerardo Pascual), un economista (Ramón García-Nieto), otro industrial (Jaume Samsó) y un periodista (Dimas Veiga), todos ellos con el común denominador de motoristas, montañeros y amigos. El artículo nos recuerda aquellos años brillantes de nuestro motociclismo.

Sólo me permito exponer una pequeña corrección: me comenta Rafa Puig Bultó que no queda sólo una de las máquinas (joyas), sino cuatro de ellas. Esta gesta deportiva se une a otras que nuestro motociclismo ha prodigado y que el cronista nos recuerda también, como La Operación Impala, por África, o el rally Madrid-Moscú, en Vespa. Una época inolvidable, tristemente desaparecida.

GONZALO VIDAL-QUADRAS Suscriptor Barcelona