Peligro en la carretera

En dos fines de semana, ocho jóvenes han fallecido en dos accidentes de tráfico. Seguramente por mi condición de padre, cuando leo estas tristes noticias reflexiono intentando pensar de qué manera todo ello se podría haber evitado.

Viene todo a cuento porque el lunes, a pesar de ser usuario habitual de Rodalies, tuve que coger el coche para mi desplazamiento de Mataró a Barcelona. Y en este breve recorrido coincidí con dos conductores temerarios. El primero cambiaba indiscriminadamente de carril y a una velocidad muy superior al límite señalado, El segundo, más de lo mismo. Pero resulta –qué tonto de mí– que una vez fui adelantado se me ocurrió hacerle luces de reprimenda. Supongo que sintiéndose molestado, rápidamente disminuyó la velocidad y, con riesgo para todo el tráfico, se me puso delante y ralentizó todavía más la velocidad con seguidos golpes de freno.

Si tanta prisa tienen, con levantarse un poco antes lo solucionan. En la carretera circulamos todos y alguna imprudente maniobra de estos conductores temerarios puede acabar en desgracia. Y si tanta adrenalina necesitan quemar, tenemos magníficos circuitos donde desfogarse sin poner en riesgo ninguna vida.

RAMÓN ARQUÉS HUGUET

Barcelona