Ate a su perro
Estoy cansado de que en los parques, los dueños de los perros dejen sueltos a los mismos por fuera de la zona canina. Si su perro pasa cabalgando a menos de un metro de mi hija, la pobre se pega un susto y se cae al suelo, ¡vale, no le ha mordido!, pero aun
así me dirigiré a usted, el dueño, a quejarme.
Pero por favor, por lo que más quiera, no responda dirigiéndose a la pequeña, el clásico: “Nena, si este perrito no hace nada”. Al menos discúlpese y métase junto con su perrito en la maravillosa zona correspondiente, que si es como la que han hecho en el parque Brusi, gozará de inagotables metros para correr, una fuente con bebedero incorporado, arbolitos donde orinar y montones de amigos caninos que olfatear.
Verán, los que tenemos niños y no perros, queremos a los perros igual que ustedes, también nos gusta su compañía, sabemos que es mejor adoptar que comprar y todo eso (aprovecho para recordar que también hay niños en adopción, necesitados de infinito cariño), lo que pasa es que sabemos cuál es el límite entre querer a un perro o sucumbir a la fiebre actual perrofriendly, en la que si no tienes un perrito adoptado, tienes un corazón de hielo. Por ahora (aunque no sé si por mucho tiempo) los derechos de los niños están por encima de los derechos de los perros, así que por favor, respétenlos.
IGNACIO MARISTANY PINTÓ
Barcelona