Buenos Aires, ciudad mestiza
ECLÉCTICA, ACOGEDORA Y A BIERTA AL MUNDO, LA CAPITAL D E ARGENTINA HA SA BIDO MANTENER SU ESENCIA
Buenos Aires es sinónimo de mestizaje. Ciudad de acogida desde su fundación en 1536,
la capital de Argentina luce orgullosa su eclecticismo en cada uno de sus cuarenta y ocho barrios. Visitándolos, descubrimos viejos rincones con sabor europeo, pero también un carácter propio muy arraigado.
Es muy difícil abarcar esta ciudad de tres millones de habitantes (más de trece millones en el llamado Gran Buenos Aires), situada en la orilla occidental del río de la Plata, pero es posible captar su espíritu paseando por el casco histórico, dejándonos llevar por los míticos ecos de la plaza de Mayo y recorriendo la avenida que lleva el mismo nombre, donde están los edificios que acogen el Gobierno de la
ciudad de Buenos Aires, como la casa de la Cultura –antigua sede del diario La Prensa–, que pueden visitarse los fines de semana.
El mismo espíritu lo encontramos en el barrio porteño de La Boca, que debe su nombre a las bocas del riachuelo cuyas aguas desembocan en el río de la Plata, y en su emblema, La Bombonera, inaugurada en 1940 y sede del Boca Juniors, el equipo de fútbol fundado en 1905 por seis jóvenes, hijos de los inmigrantes italianos que recalaron en el barrio.
EL MUNDO EN UNA CIUDAD
Y de Europa a Asia, porque un ejemplo más del eclecticismo de Buenos Aires lo encontramos en su pequeño barrio Chino, emplazado en un rincón de Belgrano, donde se puede probar deliciosa comida asiática en versión porteña, especialmente los domingos, cuando aparecen por las calles pequeños carros llenos de platos orientales para degustar allí mismo. Aunque, si queremos descubrir la ciudad canalla, debemos ir a la avenida Corrientes, eje de su vida nocturna y cultural, en cuyos bares y teatros nacieron mitos como Carlos Gardel. Al principio de la avenida está el Luna Park, construido en 1934, donde se realizan espectáculos artísticos y deportivos, y en la misma avenida está uno de los emblemas del teatro argentino, el Gran Rex ,y también el espectacular edificio de la Ópera, inaugurado en 1872.
Uno de los personajes de cómic más celebrados en el mundo es Mafalda, nacida de la mano del artista argentino Quino. Para rendirle homenaje, en uno de los barrios más antiguos de Buenos Aires, San Telmo, se ha instalado el Paseo de la
Historieta, que se inició con una escultura de la niña que odiaba la sopa y que, a lo largo de los años, ha ido creciendo con otros personajes. Este paseo es uno más de los atractivos de un barrio que tiene otros muchos, como sus caserones
coloniales, las calles adoquinadas, algunas iglesias bellísimas y una feria en la plaza Dorrego que reúne cada domingo 270 puestos de antigüedades. En el mismo barrio está el parque Lezama, uno de los más antiguos de la ciudad, que alberga el Museo Histórico Nacional.
La Casa Rosada, sede del poder ejecutivo de la república, o el palacio de Aguas Corrientes, donde sigue funcionando el servicio de agua, son otras de las visitas obligadas. Como también es obligado, para captar el espíritu porteño, sentarse en uno de los famosos cafés, como el Tortoni, en la avenida de Mayo, cobijo de artistas, periodistas y escritores; El Gato Negro, en la avenida Corrientes, con sus famosas especias; La Biela, en el barrio de Recoleta, que fue lugar de encuentro de la aristocracia porteña; o el Café de los Angelitos, sede de los más brillantes artistas del tango y donde puede disfrutarse de los mejores shows de tango.