Sálvenme

Quiero votar. Quizás me infecté un Onze de Setembre, en esas minimanifestaciones de radicales, o en la botifarrada del maldito 9-N. Mi enfermedad me impide ver que soy un borrego, un golpista, un nazi y un terrorista. Me lo dicen políticos y periodistas, tienen razón, porque ellos son expertos (GAL, Irak, Yak-42, Gürtel, ERE, rescate bancario, Urdangarin, Púnica, Lezo, Castor, AVE, autopistas...). Sufro alucinaciones: “Nunca han querido averiguar lo que pasa en Catalunya, la han utilizado para ganar votos”. La verdad es que ellos lo saben todo, los que quieren votar son un grupito de sediciosos enfermizos.

España es un ejemplo de regeneración, no hay nada como ver las noticias, y nosotros queremos votar para seguir inmersos en la corrupción (Palau, Jordi Pujol y el 3%). Son demócratas de toda la vida, decididos a aislar el virus, moviendo a los fiscales con rapidez, no como en otros casos.

Ayer volví a soñar que viajaba feliz por el espacio sideral: es grave. Por favor, sálvenme por tierra, mar o aire. No esperen como hacen con los refugiados. Al mando, Rajoy. En su mano, la Constitución. A su vera, González, Aznar y Zapatero. No lo pido por mí, lo hago por la familia y amigos.

JOSÉ M. ROMEO AGUAROD Suscriptor Barcelona