La apuesta de Rajoy

Durante una época algunos afirmaban que los gobiernos catalán y español jugaban una partida de ajedrez. Obvio error, ya que en ese juego los dos contendientes disponen de las mismas piezas y el mismo tiempo.

En realidad se parecía mucho más al póquer. Junts pel Sí encadenó una serie de manos subiendo cada vez más las apuestas mientras el ¿inactivo? Rajoy se retiraba sin responder al envite. Ahora se sabe que el Govern iba de farol y el Estado tenía varios ases en la manga.

¿Por qué entonces este último no zanjó la partida por la vía rápida, por ejemplo, cuando las dos leyes de desconexión del 6 y el 7 de septiembre en el Parlament? Porque estaba planificada, como una filtración reveló, la llamada “operación más dura será la caída”. La DUI no tuvo efectos jurídicos, pero sí el 1-O. Y es por el 1-O que hay políticos presos, un macroproceso penal en marcha y las palabras sedición y rebelión sobre la mesa.

Descartados los faroles, ahora el mundo independentista se ve antela disyuntiva de bajar considerable mentes usa pues tas o practicar la insumisión violenta, es decir, romper la baraja, una jugada muy mal vista en el circuito internacional de póquer.

JOSÉ LUIS FLORES LÓPEZ

L’Hospitalet de Llobregat