Generaciones más tecnológicas
Para ser cliente de banca privada es necesario un patrimonio de, como mínimo, 300.000 euros. No obstante, cada entidad establece su propio baremo y los bancos más grandes suelen establecer una cantidad más alta, que ronda los 500.000 euros.
Estos clientes –y especialmente las nuevas generaciones– demandan a sus entidades bancarias "un buen asesoramiento en la consecución de sus objetivos vitales, transparencia y acceso a sus inversiones a través de portales sencillos y completos que faciliten el seguimiento", apunta Sonsoles Santamaría, de Tressis. De la misma opinión es Jorge Gordo, de BBVA España, quien destaca que "al cliente tradicional de banca privada, ahora se suma un nuevo perfil que también demanda soluciones tecnológicas".
Víctor Allende, de CaixaBank Banca Privada, considera que las nuevas generaciones son más exigentes en cuanto a la forma de relacionarse con la entidad y valoran las soluciones tecnológicas, "pero creemos que el gestor seguirá siendo el pilar fundamental de la relación en la gestión de inversiones", a lo que Raúl Martínez, de Andbank, añade: "Nos enfrentamos a un escenario con un entorno de mayor competencia en el sector y un cliente cada vez mejor informado, lo que hará que la banca privada y sus profesionales tengan que adaptarse buscando la excelencia en el servicio".