Tecnología que facilita el aprendizaje
Las herramientas digitales como Glifing, un entrenamiento de la lectura, son eficaces para la mejora de los alumnos
La tecnología ha entrado con fuerza en las aulas. El 83% de los docentes asegura que la motivación de los alumnos aumenta con el uso de las nuevas tecnologías, según los
resultados del III Estudio sobre el
uso de la Tecnología en el Aula ,de BlinkLearning. El mismo informe afirma que un 66% de los encuestados utiliza herramientas tecnológicas a diario. Una tendencia que no parará de crecer en los próximos años. El sector de las
start-ups no es ajeno a esta evolución y desde hace unos años ya hablamos del EdTech.
¿Qué papel debe tener la tecnología en las aulas? ¿Qué oportunidades ofrece para facilitar el acceso y la mejora del aprendizaje? Para resolver estas preguntas, la Fundación Telefónica, IE University y South Summit han impulsado enlightED, un encuentro internacional de Educación, Innovación y EdTech que se celebrará en La Nave de Madrid los días 3, 4 y 5 de octubre en el marco del South Summit 2018. Durante el encuentro, se premiará a las 10 mejores start-ups EdTech del mundo.
En España se han desarrollado muchas plataformas digitales centradas en el EdTech como Capaball, una herramienta de inteligencia artificial para la creación de planes de aprendizaje personalizados, Play2speak, para aprender idiomas mediante la realidad virtual y la inteligencia artificial, SofiaSquare, para encontrar on line profesores particulares con una capa social de recomendaciones ....
En Sant Just Desvern está la sede de Glifing, un método de entrenamiento de la lectura a través de la gamificación liderado por Montserrat Garcia, psicóloga. Un proyecto que nació de la necesidad de resolver el problema de dislexia de su hijo. “Comencé a leer libros sobre dificultades de aprendizaje y descubrí el nuevo paradigma de la neuroplasticidad, que afirma que el cerebro es más plástico de lo que pensábamos, lo que se asocia a la idea de entrenamiento”, explica Garcia.
Al principio, “yo sabía lo que cualquier madre, que Mario tenía algo que en su cabeza no hacía bien y que no le permitía avanzar en la escuela. Observando qué era lo que Mario hacía mal, me di cuenta de que el motivo principal era la lectura. Es diferente saber que tu hijo no lee bien a saber cuánto de mal lee respecto a otros niños de su edad. Y al medir su nivel, Mario leía como un niño de primero de Primaria cuando estaba ya en sexto habiendo repetido cuarto. Me di cuenta de que estaba encallado en la escuela porque no leía bien”. Un problema que puede explicar hasta un 40% del fracaso escolar.
A partir de esa certeza, Montserrat Garcia acudió a sus antiguos profesores de la Universidad de Barcelona y les preguntó si se estaba investigando en la línea de la plasticidad cerebral. Uno de los profesores le ofreció su colaboración y empezaron a crear un entrenamiento a partir de lo que ya estaba probado que funcionaba en el área de aprendizaje de la lectura en otras universidades. “¿Qué se tiene que trabajar de forma sistemática con los niños que tienen problemas de lectura? La conciencia fonológica, la memoria de trabajo, la descodificación… Todo lo que estaba probado y había dado resultados positivos lo empaquetamos en sesiones de trabajo de 20 minutos,
que era lo que aguantaba Mario sin perder la concentración”, explica Garcia.
Los primeros estudios fueron con su hijo pequeño y su mejora resultó increíble. Era 2009. “No me lo creía, de manera que trabajamos con más niños en escuelas y constatamos que los que trabajaban con Glifing avanzaban mucho y hasta superaban a otros niños que al principio eran mejor que ellos. Nos dimos cuenta de que Glifing era una herramienta que podía ayudar a todos los escolares. Por este motivo, aunque empezamos a trabajar con niños con dificultades, ahora ofrecemos Glifing como un proyecto de aprendizaje de la lectura con una herramienta digital que les motiva y que se puede personalizar”.
En todos estos años han mejorado el producto, lo han implantado en cientos de escuelas y centros de reaprendizaje y más de 55.000 niños han trabajado con Glifing. “Desde el principio, el juego estaba digitalizado pero la recopilación de datos que nos permite personalizar el método la hacíamos a mano. Ahora todo está automatizado, cada sesión que hacen los niños queda registrada, podemos ver los resultados y su edad lectora real, al momento".
Existen dos vías para trabajar con Glifing: los centros de reeducación que tienen la herramienta, unos 400 actualmente y que trabajan cada caso particular de forma personalizada según su evolución; y las escuelas, “donde participan todos los niños y, en función de los resultados, un algoritmo les ofrece automáticamente unas sesiones u otras”.
TRABAJO EMOCIONAL
"El porcentaje de éxito con Glifing es del 95%”, explica Garcia, que clarifica que “cualquier niño que practique un entrenamiento sistemático de la lectura, mejora, aunque con Glifing lo hacen más rápido porque la sistematización permite que el niño trabaje cada día”.
El juego está adaptado a todas las edades, con dos personajes, que se hacen mayores según la edad de cada niño lector. “Esto está hecho para tener en cuenta todos los aspectos emocionales. Los niños con dificultad de aprendizaje son más vulnerables, lo tienen todo más difícil, acumulan fracasos y frustración, y tienen la autoestima tocada. Los personajes les ayudan a empatizar y a modular sus emociones. También buscamos la complicidad emocional con los padres a través de este método”.
En Glifing los niños siempre trabajan con un profesional y la recepción ha sido buena. “Gusta mucho, es fácil de explicar porque si alguien trabaja en el campo de la educación enseguida se da cuenta de que es una buena herramienta. Con los gabinetes es fácil porque reaccionan rápido, en la escuela la implantación es más lenta".
Tanto es así, que el equipo ya trabaja con la Fundación Catalana de Síndrome de Down y, en un par de meses, Glifing ofrecerá una aplicación móvil llamada Read-up, basada en su método.
"Los niños con dificultad de aprendizaje son más vulnerables, lo tienen todo más difícil, acumulan fracasos y frustración, y tienen la autoestima tocada"