Investigación universitaria para soluciones reales
Aeris es una 'spin-off' de la Universidad Autónoma de Barcelona que aplica soluciones biológicas y sostenibles en el tratamiento de las aguas y del aire, en una apuesta por la sostenibilidad ambiental y la economía circular
Aeris es una spin-off del grupo de investigación GENOCOV de la Universidad Autónoma de Barcelona. Ofrecen soluciones ambientales a medida en depuración de aguas, tratamiento de aire y desulfuración de biogás, en una apuesta por la economía circular y la sostenibilidad medioambiental. “Como grupo de investigación, llevábamos muchos años viendo que los sistemas biológicos de depuración de agua, aire y biogás tenían cierto interés en el mercado”, explica el director de Aeris, el doctor Óscar J. Prado Rubianes. “Había muchas entidades interesadas que acudían a nosotros para poner en práctica nuestras tecnologías a nivel industrial y nos dimos cuenta de que hacerlo como grupo de investigación no era la forma más eficaz de transferir el conocimiento de la universidad al mercado”, recuerda el experto. Por este moti- vo, en 2009, crearon Aeris con 11 socios, todos profesores y doctores ingenieros de la UAB y de la Universidad Politécnica de Catalunya.
AGUA SOSTENIBLE
El sector del agua es uno de los que más retos de futuro tienen. Las cuencas catalanas sufren de estrés hídrico y se debe trabajar para garantizar el abastecimiento de agua en los próximos años, de modo que el nuevo modelo debería tender hacia la economía circular, en la que el recurso se trate de una manera sostenible y eficaz. “Como científicos e ingenieros, nuestra obligación es pensar y diseñar nuevos procesos que sean eficaces para la descontaminación y aprovechamiento de los recursos naturales, que impliquen un menor consumo de reactivos y de energía. También pienso que debemos aprovechar nuestro conocimiento y vocación para influir en el desarrollo de una normativa más justa, y debemos transmitir a la sociedad la importancia del medio ambien- te”, afirma el doctor Prado. En este sentido, “las tendencias actuales en cuanto al agua son la combinación de herramientas biológicas y físico-químicas y, a la vez, desarrollar nuevas tecnologías que sean lo más eficaces, robustas y económicas posibles”.
Las soluciones que ofrece Aeris se enfocan en reducir al mínimo el consumo de reactivos y energía, y en maximizar la eficacia. “Apostamos muy fuerte por los sistemas biológicos”, explica el experto. Por este motivo, entre las propuestas de la empresa están los sistemas validados para el tratamiento de altas cargas de DQO (materia orgánica) y nutrientes, de las aguas industriales… buscando siempre la reutilización, uno de los grandes retos del sector. “En España depuramos ahora cuatro kilómetros cúbicos al año, pero solo reutilizamos apenas un 10%. Tenemos mucho margen de mejora. Eso supondría que tendríamos menos dependencia de las desalinizadoras, de los trasvases… La reutilización en España está legislada por un real decreto que regula los usos del agua regenerada dependiendo de su calidad pero, ahora mismo, disponemos de tecnologías para conseguir que el agua más contaminada que puedas imaginarte llegue a un nivel hasta de agua potable. Sin embargo, cuando introduces el factor económico, no es rentable y pensamos en otros usos”, según Prado.
En el marco de la economía circular, la tecnología de Aeris, además, podría convertir las depuradoras en productoras de gas, de modo que no solo gastarían recursos sino que los generarían. “Estaríamos hablando de producir gas a partir de la materia orgánica que llega a las depuradoras. A través de un proceso biológico, podemos convertirla en biogás que debe someterse a una serie de procesos que nos permiten producir electricidad o calor”, explica el doctor Prado. “Implica un cambio de paradigma interesantísimo porque podemos hacer que una depuradora deje de ser un sistema que se limite a descontaminar y convertirla en una industria que, en vez de consumir, produzca recursos como el biogás, fertilizantes o compuestos de gran valor añadido como los biofertilizantes, los bioplásticos… Hay mucho trabajo de investigación pero en los últimos años se están dando pasos importantes”, concluye Prado.
“Las tendencias actuales son la combinación de herramientas biológicas y físico-químicas, y desarrollar tecnologías que sean eficaces, robustas y económicas"