Balada de los ahorcados
Vicent regresa con ‘Desfile de ciervos’, una obra que plasma la demoledora visión que tiene de nuestra historia contemporánea
Es difícil cubrir todos los géneros que ha tocado Manuel Vicent (Vilavella, Castellón, 1936): el teatro, la poesía, la biografía, los libros de viaje, la gastronomía, las entrevistas y tantos otros. Se diría que cada una de estas expresiones literarias está en función del género en el que sobresale por encima de todo: la novela. Dos de las más celebradas han sido llevadas al cine: Tranvía a la Malvarrosa por José Luis García Sánchez y Son de mar por Bigas Luna. Excelente retratista, su escritura está progresivamente marcada por la sátira, que encuentra su mejor expresión en la trilogía integrada por Aguirre, el magnífico (2011), en torno al segundo marido de la duquesa de Alba, el triunfante y patético Jesús Aguirre; El azar de la mujer rubia (2013), sobre la transición, y, ahora, Desfile de ciervos, sobre la crisis económica y con Juan Carlos I como uno de sus más destacados protagonistas. La crónica devora aquí a la ficción. Lo que interesa es, sobre todo, la demoledora visión que Vicent tiene de nuestra historia contemporánea.
Desfile de ciervos se abre con tres grúas de la construcción a orillas del Mediterráneo de las que cuelgan tres ahorcados, un triple asesinato que no se descubrirá hasta veinte años más tarde, en julio de 1994, la misma fecha en que la familia real llegó al estudio de