El discípulo de Woody Allen
Jesse Eisenberg y la nueva literatura de humor
Imagínese por un momento que uno de los múltiples correos basura que recibe al día se pone estupendo. Uno de esos que con voz femenina promete el cielo con sólo unos minutos de conversación caliente vía webcam. Se llama Alexa y en el asunto ha escrito: “¡Te echo de menos, cariño! Pero de pronto, la tal Alexa, cansada de esperar lo, se pone a leer filósofos y le anuncia un retiro espiritual. Y adiós, muy buenas. ¿Con qué cara se queda?
Jesse Eisenberg (Nueva York, 1983), el MarkZuckerb erg de La red
social, personaje friki-sociópata fundador de Facebook que lo lanzó a la fama, es buen conocedor de las neurosis universales. Las ajenas y las propias. Personalmente atesora unas cuantas, reconoce. El besugo me da hipo y otras historias, su debut narrativo, es un cúmulo de ellas en formato de relatos cortos. Y el e-mail de Al ex a, una muestra.
Nacido en el neoyorquino barrio de Queens, hijo de profesores de universidad de origen judío –inserto, por tanto, en la misma tradición cultural queWoodyAll en –, ve gano y gran amante de los gatos, Eisenberg intenta transitar los caminos de su admirado All en–bajo la dirección del cual acaba de rodar Cafés ociety, recién presentada en el Festival de Cannes–. Las cinco primeras conversaciones telefónicas imaginarias de Alexander Graham Bell tras inventar el aparato, una conversación surrealista del autor con Jesús o un ligón en un bar con incontinencia verbal son algunos ejemplos de sus disparatados relatos en que abundan los psiquiatras y los analistas, y en que las inseguridades, la incomunicación o las contradicciones del día a día son los temascentrales.
“Parecen divertidos, pero si la gente supiera de dónde nacen, no me envidiarían en absoluto”, afir-
maba recientemente Eisenberg en una entrevista, refiriéndose al trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) que padece –no pisa las grietas, se muerde las uñas y se toca las puntas de los dedos de una forma extraña –. Algunos de los relatos, reconoce, tienen su experiencia personal de tras fondo, como el titulado Campamento del trastorno de ansiedad por separación –“los campistas empiezan el día con una llamada asumad re (...). Los que hayan mojado la cama podrán cambiar sede ropa o, si lo prefieren, podrán quedarse con el pijama sucio, ya que el hedor c ali en-
te de su orina puede ser más reconfortante y recordarles su hogar”–, o Un hombre posci género intenta ligar
con una mujer en un bar .“Meheencontrado en situaciones en las que, en un intento desesperado por ser políticamente correcto, acabas siendo el objeto de tu propia compasión, y eso es lo que les sucede a estos personajes ”, explicaba Eisenb erg a tenor de la publicación del libro en España.
Parte de su terapia consiste en volcar sus ne u rasen la columna que escribeenelespacio Shouts&Mur
murs de The New Yorker, donde han salido publicados algunos de los relatos ahora reunidos en El be
sugomedahipo. Unlibroquerecibe el nombre de una serie de críticas de restaurantes escritas por un niño de nueve años que se ve arrastrado por su madre separada a comer en todos los locales cool de la ciudad sólo porque el padre ausente se ha comprometido a pagar la factura. Un arranque no exento de crítica social.
Como su admira do Al len, a quien dedicó un guión cuando estaba en el instituto que acabó en manos del cineasta y con una amenaza de demanda por parte de su abogado, E isenberg también ha transitado con cierto éxito el teatro con la publicación de tres obras que se han estrenado en Broadway: Asuncion, The
revisionist yThespoils. Tras su debut narrativo, The
Guardian ha bautizado a Jesse Eisenberg como el posible heredero de la corona de manías y problemas de Woody Allen, que no de su talento. Algo que todavía tiene que demostrar en este campo. Y este libro es su primer intento.
Jesse Eisenberg
El besugo me da hipo y otras historias RESERVOIR BOOKS. TRADUCCIÓN: IGNACIO GÓMEZ CALVO.176 PÁGINAS. 17,90EUROS
El actor, de estudiante, escribió un guión dedicado al cineasta que acabó en una amenaza de demanda