El terror y el miedo
Narrativa Una ficción sobre la vida y la obra del compositor ruso Dimitri Shostakóvich acosado por Stalin; un libro hermoso, desasosegador y trágico con el que Barnes se sumerge en las pugnas entre el absolutismo y el arte
Creo que si algo que me atrae poderosamente de Julian Barnes( Le icester ,1946) es su asombrosa versatilidad para el manejo de diversas formas narrativas. Son muchos años leyendo sus libros desde aquel ya lejano E lloro de Flaubert queme sedujo. Me refiero a obras notables de variado pelaje que nunca resultan fáciles de calificar, por ejemplo Arthur& George, centrada en la figura de sir Arthur Con an Doy ley lo que supuso el creador de Sherlock Holmes para la sociedad y la cultura británica del siglo XIX; o los formidables relatos de La mesa limón y las breves e intensas memorias de Niveles de vida, en las que combinaba su pasión por el fotógrafo Nadar con el dolor por la súbita muerte de su esposa y su inmersión en los fondos de la soledad.
Barnes se las arregla muy bien para experimentaren un mis molibri to varios registros forma les, romperlos esquemas que resultan inútiles y dar a entender que lo único que cuenta para un creador de su talla es el placer de vivir a fondo el deslumbramiento de compartir una aventura literaria. Ahora, en su siguiente y última, El
ruido del tiempo, Barnes se introduce bajo el caparazón de un personaje real, histórico, el eminente compositor ruso Di mitriShos takó vich, a quien hace hablar con el vigoroso lenguaje subjetivo de la conciencia. Pero conviene ir con cautela. Al menos en un par de ocasiones Barnes advierte que no ofrece una biografía del músico, pese ala in gente cantidad de información que le sirve para dar a su escritura un ha lo de verosimilitud, sino una novela; esto es, una obra de ficción en la que senos cuenta de la vida y la obra deSh os takóvi ch bajo el terror soviético puede no responder a la estricta verdad de la historia. Pero a medida que se progresa en la lectura –a trechos me acompaño con la Sinfonia n.º 7 Leningrado, una vez y otra vez estremecedora, y con Suite para orquesta de jazz n.º 2 dirigidos por el genio de Riccardo Chailly– voy advirtiendo que el auténtico protagonista de Barnes no es el artista Di mitriShos tak ovi ch, acosado desde 1936 por Stalin y las garras de su poder ilimitado, sino la polarización entre el Terror de Estado y el miedo del individuo pusilánime, quizá cobarde, ante una amenaza vírica que se filtra por los por os hasta llegar a su alma y destruirla.
El miedo se palpa, se huele en la composición de la escritura, es tangible en palabras y elipsis, lo empapa a uno a cada paso que da acompasado al personaje. Terrible. Una escena que se repite hiela la sangre. Para evitar que si es arrestado de madrugada puedan causar daño a su familia, noche tras noche Shostakovich prepara su maletín, sale del piso, se planta en el rellano inmóvil ante la puerta del ascensor y espera la presumible llegada de sus captores. La desoladora imagen difícilmente se borrará. Creo que justifica por sí misma un libro tan hermoso como desasosegador y trágico. Las pugnas entre el absolutismo y el artista, que simplemente para sobrevivir o gozar de privilegios no duda en poner en juego su dignidad, siguen estando vigentes en muchos lugares del mundo de hoy. El miedo es la música de percusión del siglo X XI. La novela lo anticipa: se abre y se cierra con una escena de supervivientes en un andénolvidadoyenmediodeunaguerra, con signos de pobreza, suciedad y muerte, acongojados por el miedo que tal vez subsistiría por encima de los ruidos del tiempo. Esa es la imagen sombría, hiriente, de este libro que reafirma la habilidad de Barnes para dar otros sentidos a las lenguajesdelaficción.
Julian Barnes Elruidodeltiempo/Elsorolldeltemps ANAGRAMA / ANGLE. TRADUCIÓN AL CASTELLANO: JAIME ZULAI KA/ AL CATALÁN: AL ES SANDRAGOMBAU. 199/208 PÁGINAS .16,90 EUROS
Cada noche el músico prepara su maletín y se planta en la puerta del ascensor a la espera de sus posibles captores