Un paraíso perdido
Su pintura buscaba la armonía de lo arcaico, del paraíso perdido
El Museo de Orsay recupera al aduanero Rousseau
En la época más prometedora de la pintura francesa, entre finales del sigloXIX y las primeras décadas del siglo XX, se abre camino la singular figura de Henri Rousseau (1844-1910). El Museo de Ors ay ha decidido recuperar la con una magistral exposición. Lasombr ad eMall armé está presente en el doble esfuerzo de reunir la obra y de ofrecer un relato para ser entendida, ya que Rousseau es la prueba más evidente de que los seguidores del poeta buscaban, como señaló de maestro AndréGi de ,“presentarla realidad como una contingencia accidental y quería que la obra de arte escapara al control de lo académico para sumirse en los anhelos personales, en el universo de los sueños y deseos escondidos”. Una pintura en busca dela armonía de lo arcaico, y que arranca en los retratos- paisajes inspirado en los flamenco se italianos del siglo X V. Tales ideas y el espíritu de una época de grandes cambios marcaron a los grandes nombres de la pintura, Van Gogh, Gauguin, Cézanne, Gris, Pi- casso, pero también, y de forma notable al douanier Rousseau. Mientras se desarrollaba el desafío de las vanguardias artísticas y la industrialización se apoderaba del paisaje urbano, con sus chimeneas, puentes o torres de acero( como la que levantó Eiff el) y la ciudadanías es entía feliz con los indicios de esa modernidad, Ro us sea u buscaba en su interior todo un mundo de impresiones: el gesto de los hombres de su época, como Mon
sieur X, los motivos de la ilusión por los parajes de en sueño, la creencia en universo squesól ola mente había recorrido hasta entonces, el culto por la inocencia arcaica para responder asumo do as ir JamesFrazery su lectura de La rama dorada, los temores y esperanzas de una infancia dañada como emerge enPourf e
terbebéde1903, la atracción por los aviones, globos aerostáticos que inspira ron a los fu turistas. Sin olvidar el realismo mágico o el efecto de la guerra expresada en la estremecedora La guerra, de 1894, donde la muerte a caballo destroza to-