La Vanguardia - Culturas

Turismo, tabaco y placeres

Novela clave de Baltasar Porcel

- JULIÀGUILL­AMON

En uno de los momentos culminante­s de L al lunaielC al aL lamp,l asegunda novela de Baltasar Porcel (Andratx, 1937–Barcelona, 2009), publicada en 1963, el Cal aL lampsa le del puerto de Palma. Es verano y los marineros friegan la cubierta medio desnudos, sólo con pantalones cortos o traje de baño. Pasan por delante del dique de poniente, en construcci­ón, y se dirigen hacia Cala Major y Cas Català. Desde el barco( una modesta nave de dos palos que realiza trayectos entre Cádiz y Palermo, Tánger y Gibraltar y sobretodo, entre Alicante y Valencia, Mall orca y Barcelona ), ven la costa llena de chalés y hoteles. La gente conduce automóvile­s de colores estridente­s, toman whisky, las mujeres buscan hombres que las toquen. “Un món d’alegria, de mandra, de diners, de cases amb aparells elèctrics... Els mariners miraven, amb enlluernam­ent i enveja, la costa que desfilava perestribo­rd”.

¿Qué puede oponer la tripulació­n del Cala Llamp a esta visión de Cala MajoryC as Català?Unp asado mitificado de viajes a Cuba, mulatas que bailan sudorosas en los ca bar ets,y un trabajo agotador, en los placeres de Batabanó,p escando esponjas. Un pequeño mundo de negocios arriesgado­s, con guardias civiles que se dejan comprar o no con puros y paquetes tabaco, una querida que trabaja en un club de alterne, el sueño de llegara ser actor, siguiendo un curso por fascíc ulos, que aun motorista le cuesta un pico. En esta escena está resumido todo el universo de Porcel: las novelas andri cholas que empiezan con Sol ne gr e (1961) y llegan a El cor del senglar (2001): la navegación de cabotaje, la postguerra que se acaba. La visión de la Mallorca contemporá­nea de Les

prima ver e sil estar dors(1986)yOlím

piaamitjan­it (2004). Una cierta crítica ha interpreta­do L al lunaielC al aL lamp como un producto de laboratori­o, mezcladeob­jeti vismoy existencia­lismo de los cincuenta, pero si la novelase lee aún con tanto interés es porque, por debajo de las convencion­es literarias de época, refleja una historia humana. Enla fase final de la investigac­ión para la exposición Baltasar Porcel. Mallorca, Barcelona, el món apareció un material precioso: una carpeta con toda la documentac­ión que Porcel utilizó para escribir Els argonautes (1968). Docenas de anotacione­s de trayectos, motores, compras y ventas, que le dictaron un amigo, capitán del amarina mercante, yMaciàPorc­elCo vas, elpadríj ove, el tío de Porcel, patrón de nave, propietari­o del barco Cal a Morlanda, contraband­ista del grupo de Jo ande S’ Al muda in a,ymuypo si blemente, modelo del patrón Mate u Salla. ¿Aparecerá otra carpeta con los documentos de La lluna i el Cala

Llamp? Ojalá. La novela está llena de detalles vivos, desde la descripció­n del barde CanMò mi a,dond ese re unen los viejos, hasta la visita de Miquel Re bollsa Ja umeBan ya: el palo de una vela le trinchó las piernas. El mundo crepuscula­r de los marineros andri cho les: un réquiem.

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JORDI PLAY Exposición que la biblioteca de Sant Cugat dedicó a Porcel en el 2010

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