La otra transición
Destacado periodista cultural y escritor de una ya probada obra, reconozco mi debilidad por narraciones donde el tema musical es sujeto, Preludio, por ejemplo, donde da vida a León de Vega, pianista apasionado de Chopin, o la muy recomendable Yo, Farine
lli, el capón, en el que trata con maestría la vida del célebre castrato. Jesús Ruiz Mantilla (Santander, 1965) acaba de publicar
Hotel Transición, una novela que se perfila como la descripción pura y dura de los años de la transición política, una descripción que omite, por razones de pura coherencia, el lado arcádico que muchos, forzadamente, han querido transmitir de aquel periodo que, para el autor, tenía visos de terrible.
La novela pertenece, de derecho, a la mejor tradición del género de la sátira. Ya lo hizo con buenos resultados en Gordo, y el artificio que escoge para describir tamaño cuadro terrible es ya clásico, lo que le honra porque el autor demuestra así que sabe escoger lo
Descripción pura y dura de los años del cambio desde la mirada de un niño que observa en un hotel
que mejor conviene al desarrollo de la novela, es decir, las idas y venidas de un hotel, material idóneo para contemplar a los humanos y de las que Josep Pla dejó páginas inolvidables de los afamados meu
blés en Sobre París i França, y, sobre todo, la mirada de un niño de ocho años que registra todo lo que en el hotel sucede, y, desde luego, las triquiñuelas de Otelo, regente del mismo.
El autor sabe demasiado de lo que habla, ya que su madre dirigió el hotel Rex de Santander y muchos de los personajes que pululan por la novela están inspirados en personas que Ruiz Mantilla conoció, al igual que elementos de la vida cotidiana hacia los que, se nota, el autor siente especial afecto: ¡ay, esas sesiones televisivas de
Bonanza! Peroesasincursionesen la nostalgia duran poco, pues la novela es ácida, persistente, donde el autor ha logrado introducir con eficacia sus fantasmas, incluso literarios. Así esas alusiones a Roberto Bolaño o Enrique VilaMatas, con bastante gracia, aunquetampocoseprivadedarvidaa personajes salidos de novelas anteriores, como el pederasta Manolín. Hotel Transición es novela melancólica, por irónica y por tender a la media distancia, con personajes definitivos, como RocíooCarmen.Unabuenanovela. |