Huida aMadrid
La barcelonesa Verónica Fabra (Barcelona, 1972) ha hecho realidad su sueño de editar un libro, su primera novela, Raíces y alas. La autora tuvo claro en seguida que este título encajaría con su historia. Lo tomó prestado de un cartel que estaba colgado en la pared de uno de los centros a los que acude con sus dos hijos autistas. Fabra, que confiesa que la escritura tiene en ella un efecto terapéutico, trabajó en esta historia robándole horas al sueño.
La acción se sitúa en Madrid en 1998. La elección de las coordenadasdetiempoyespaciofueunaexcusa para documentarse sobre la ciudad y los acontecimientos que ocurrieron ese año. La protagonista, Nadia, vive en una granja de cerdos dedicada a unas tareas que no soporta. Por eso decide huir a la capital en busca de una vida distinta: “Quería ver mundo, aprender otras formas de vida, disfrutar con otras profesiones y dejar de hablar de puercos y lechones”.
En su periplo hacia la urbe se cruzará con Tomás, el camionero que se presta a llevarla parte del recorrido y que aparecerá “casualmente” en muchos momentos especiales de la obra. Una vez en Madrid la protagonista empezará a relacionarsecongentedediferente condición: Samanta (prostituta), Santiago (un chico de buena familia), Mario (regenta una cafetería), una comunidad de Hare Krishna o Fermín, un comercial de semen porcino.
Nadia está dividida emocionalmente entre Tomás y Santiago. La relación con ellos le hará descubrir secretos de su pasado familiar y cuestionarse hacia dónde quiere que vaya su existencia. Fabra, que estátrabajandoenunasegundanovela, no descarta recuperar más adelante el personaje de Raíces y
alas, dejarlo madurar y recuperarlo cuando ya tenga unos cuantos años. |