El FADde la cúpula del Coliseum
Con más de cincuenta años de periodismo a mis espaldas, en los que he conocido a personajes muy variados, ha llegado la hora de recordar. En esta serie de artículos abordo pequeñas historias de la cultura catalana reciente
Desde hace muchos años en la ciudad de Barcelona hay un gran espacio del todo desperdiciado. Es la cúpula del Coliseum, desocupada y no utilizada desde hace cuarenta y cinco años. Sin embargo, fue durante muchotiempounlocaldereferencia obligadaenelmundoartísticoycultural catalán, como sede, del año 1936 al 1971, del Foment de las Artes Decorativas (FAD), entidad predecesora del actual Foment de las ArtesydelDiseño.
Situada en la planta superior de ungranedificiomonumentalubicado en el que entonces era el único centroneurálgicodelaciudad,lacú- pula del Coliseum, antes cine y desde hace años teatro, era un espacio muy amplio concebido por Valeri Corberó. La planta baja decorada con frescos de Evarist Móra y la segunda, un espacio octogonal abovedadodecolumnasytodavíaconuna pequeña planta superior, estaba decorada por Santiago Marco. Contaba, además, con una terraza con grandesvistassobrelaGranVía.
Inaugurada como estancia social del FAD en 1936 por el presidente Lluís Companys, la cúpula del Coliseum, como todo el edificio y gran parte de los de la zona, sufrió los estragosdeunodelosbombardeosaé- reos fascistas sobre Barcelona en 1937. El FAD mantuvo su actividad, que siguió después de la Guerra Civil,conelcosteinevitabledelasconsiguientes“depuraciones”.
FueyaconeljoyeroAlfonsSerrahima como presidente de una junta delFADcon espíritu innovador –de la cual formaba parte mi padre, médico pero siempre muy interesado por las artes y la cultura– que la cúpula del Coliseum fue para mí, siendo un niño, un local muy frecuentado, entre otras razones porque estabamuycercadecasa.
Recuerdo algunos conciertos de laCapillaClásicaPolifónicadelaen- tidad, dirigida por el maestro Enric Ribó. Recuerdo, sobre todo, algunas representaciones teatrales a cargo de la Escuela de Arte Dramático Adrià Gual (EADAG) dirigida por Ricard Salvat y Maria Aurèlia Capmany, embrión esencial de todo el teatro moderno que se ha hecho en Catalunya. También recuerdo el nombrado Salón del Hogar Moderno,queconelpasodelosañosdiopaso al ExpoHogar, así como algunas sesiones de una especie de club de discófilos o melómanos que se reunían para escuchar y comentar novedades discográficas, tanto de música clásica como de jazz y canción. También recuerdo las sesiones de cinefórum o cineclub moderadas porJoanFrancescdeLasa.
Como otras entidades privadas mantenidasosurgidasalmargendel régimen franquista, durante un buen grupo de años el FAD realizó unpapelsustitutorio,paraleloymuy amenudo en contra de los criterios artísticosyculturalesimpuestospor ladictadura.
Un buen ejemplo fue la ya mencionada EADAG, que en sus 15 años de vida estrenó hasta 150 montajes. Otro ejemplo fue una iniciativa de Alexandre Cirici Pellicer: ya que las autoridades de la época no tenían ningún interés en hacerlo, crearon un Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona a base de donaciones de artistas y coleccionistas. Era una manera de poner las bases de lo que despuéshasidooteníaqueserelactualMacba.
Me acuerdo todavía. Y me duele que un espacio tan amplio, bello y céntrico como la cúpula del Coliseum, del cual conservo tan buenos recuerdos, reste vacío, sin ninguna utilidad.
A iniciativa de Alexandre Cirici, allí crearon un Macba a base de donaciones de artistas y coleccionistas