Una escena en crecimiento
Hablamos con Ferran Amado, redactor de la revista Enderrock y productor y coordinador de los tres recopilatorios Blackcelona editados por Discmedi; unos cincuenta grupos que son el who
is who de la nueva escena de la música negra en Barcelona. Según explica Amado, la plataforma promocional Blackcelona es “un colectivo que nació por necesidad y para llenar un vacío, con la intención de dar a conocer una escena que iba creciendo día a día y no tenía ninguna visibilidad. Nos dimos cuenta que había muchas bandas, pero sin ninguna conexión entre ellas, y nos convertimos en vertebradores. En sólo cuatro años hemos organizado más de 150 conciertos. Ofrecemos un servicio de booking, pero no somos mánagers. Hay muchos colectivos, festivales o fiestas mayores que se dirigen a nosotros para que les aconsejemos. Somos una familia”.
En su página hablan de soul & funk mediterráneo. “Es un eslogan que indica que Barcelona es un escaparate de muchas tendencias y sabores musicales, ya sea funk, soul, afrobeat, rhythm & blues, bugalú, neosoul, latin-soul, etcétera”. Algunos detractores hablan de revival. “¿Y qué movimiento musical no lo es? –rebate–. No es
revival, sino la madre de todas las músicas digamos modernas-contemporáneas”.
¿Desde cuándo se puede hablar de una escena? “Los pioneros fueron la Fundación Tony Manero, que empezaron cuando nadie apostaba por este tipo de música. Además han creado su propia base de operaciones, Nación Funk, donde graban y producen a muchos grupos de la escena Blackcelona”. Y entre las voces de nuevo cuño ¿qué recomienda? “Seguro que pronto se hablará de Emma Youth, cantante gerundense a la que las compañías ya le tiran los trastos, y también de Esmeralda Colette, voz del grupo Pelogruesoul, la más joven de las soul
sisters con un potencial enorme y una voz fantástica. Para acabar, Laia Soulvador, del grupo La Coctelera Negra. Ellas son el futuro”.
También han creado un festival de música negra. “Sí, el Blackcelona Explosión, implicando a diferentes salas como el Jamboree, el Marula Café o el bar Soda de Gràcia y ya vamos por la sexta edición. El AlmodoBar también acoge el ciclo Blackstage y otras salas como Sidecar, Apolo, Harlem Jazz Club o la coctelería Milano han ejercido un papel fundamental. Nuestro público son una minoría exigente y muy militante”. Y se ha creado un circuito. “En Catalunya hay un movimiento que se empieza a notar con el festival Say It Loud en La Farinera del Clot, el Black Music Festival de Girona y en Lleida están los compañeros de Ponent Roots”.
No se trata de un simple ‘revival’: hay grupos, salas, promotores, festivales...