Topografías literarias
Todos los libros de viajes comienzan con un mapa; todos los capítulos de Juego de tronos, con una simulación en 3-D de la topografía de Poniente; y la mayoría de nuestros días con búsquedas en Google Maps o rutas GPS. Por eso no es de extrañar que la literatura sea también cada vez más cartográfica. Recientemente la editorial Aventuras Literarias ha comercializado los mapas de La vuelta al mundo en 80 días y de Londres en las novelas de Jane Austen y de Sherlock Holmes. Y el profesor de la Universidad de Vic, Llorenç Soldevila i Balart, seis volúmenes de la obra de su vida: la Geografia literària (Pòrtic), donde recorre Catalunya, las islas Baleares, Valencia y el sur de Francia documentando miles de referencias literarias, pueblo por pueblo, barrio por barrio, que se cruzan con la historia y con la cultura, hasta que la guía de viajes se convierte en una auténtica enciclopedia. Las fotografías de los espacios, las descripciones de la historia literaria y los fragmentos de novelas, crónicas o poemas se van alternando en la obra de Soldevila, porque una topografía siempre es, al mismo tiempo, teórica y práctica, abstracción y huellas sobre el camino. El papel tiene su complemento digital perfecto: en www.endrets.cat el proyecto adquiere un nivel estratosférico: más de 500 autores y más de 3.000 textos en mapas y rutas. En la web la obra individual, la obsesión de varias décadas, entra en el siglo XXI a través del trabajo en equipo.