Se abre temporada
La temporada galerística se abre en Barcelona a finales de septiembre: el próximo jueves 29 se presentarán la mayoría de nuevas exposiciones, tanto por los espacios que forman parte de la Barcelona Gallery Weekend, que se celebra hasta el 2 de octubre, co
Las ofertas estelares de las galerías barcelonesas
Desde hace algún tiempo, se oye hablar con optimismo de recuperación económica en ciertos sectores de la sociedad. El sector galerístico de Barcelona quiere sumarse a ese optimismo y conseguir que la temporada 2016-2017 sea, por fin, la de la reconciliación del público con las galerías de arte. Se trata de agitar el mercado de los coleccionistas, pero también de que el público interesado por el arte regrese a ver exposiciones por el mero arte de disfrutar de las propuestas de los creadores.
Para llegar a este objetivo, la Art Barcelona, la Asociación de Galerías, organiza el Barcelona G al leryWeekend,que nació en el otoño de 2015 con la intención de ser la gran cita de referencia artística de la ciudad. La fórmula seguida por los diferentes espacios expositivos es variada: desde los que apuestan por colectivas como presentación de sus estrellas o nuevos fichajes, C ar les Taché serviría como ejemplo; hasta los que intentan sorprender con apuestas hasta ahora nunca vistas en Barcelona, como sería el caso de Marlborough con Blanca Muñoz. En cuanto a técnicas y tendencias, podrá verse desde pintura figurativa y paisajes más o menos manipulados hasta ensayos visuales e indagaciones diversas sobre el arte conceptual. Entre el 29 de septiembre y el 2 de octubre, un total de 24 galerías y fundaciones aceptan el reto y confían en la potencia conjunta para atraer nuevos públicos y reivindicarse como activos agentes culturales en el panorama cultural de la ciudad.
Se busca agitar el mercado coleccionista y atraer al público local
No todo se acaba el 2 de octubre. Otra novedad destacada de esta temporada es la inclusión de nuevos espacios en el mapa expositivo de la ciudad. Confirmándose la tendencia iniciada hace varios años, que ha abierto un debate cada vez más encendido sobre la gentrificación, los galeristas se aventuran a descubrir y revitalizar zonas nuevas. Es el caso de LAB36, el espacio experimental de la galería Senda en la calle Trafalgar que ha empezado la temporada con un nombre destacado, el de Chus Martínez. La comisaria y directora del Instituto de Arte de la Academy of Art and
Design de Basilea presenta al artista establecido en Barcelona Jorge Ferré, pero “no como una apuesta personal”, sino como un diálogo interesante entre las nuevas culturas visuales y otras formas de arte “que han estado en el taller, en un cierto aislamiento” durante mucho tiempo.
Carlos Durán, director de Senda, niega la aparente contradicción que radica en el hecho de que un espacio que nace con vocación de laboratorio se inaugure oficialmente con una exposición de pintura: “Lo fácil hubiese sido empezar con arte electrónico o instalaciones; porque cuesta mucho ver buena pintura. Por eso apostamos por un artista que ha estado encerrado en su laboratorio trabajando y buscando”. Según Durán, LAB36 acogerá exposiciones cortas “que tensen el tiempo” para provocar un diálogo entre artistas y público: “Aquí se va a hablar mucho, porque vamos a tener al artista trabajando”. Otro nuevo espacio se estrena en el número 193 de la calle R os selló: PigmentG al lery( fuera del circuito BGW). Ferran Josa, responsable del proyecto, si bien reconoce que los galeristas están obligados a asistir a las ferias internacionales para ampliar el mercado, con el nuevo espacio apuesta por una “figuración moderna” en “exposiciones originales” capaces de “volver a crear interés y de crear en la sociedad el hábito de visitar galerías”. Empieza la temporada con una exposición colectiva sobre el retrato en los s. XX y XXI.
Para alcanzar la pretendida recuperación,
también hablan de conquistar el público local los galeristas de Barcelona, como Violant Porcel, directora de Marlborough; Ignacio de Lassaletta o Víctor Saavedra. Este último, fuera de la BWG, quiere jugar la baza de la singularidad y presenta el proyecto SIO, integrado por los artistas Fina Oliver (objetos), Adriana Oliver (pinturas) y Lautaro Saavedra (esculturas): “Es una propuesta mínima, rara o singular, tres miembros de la misma familia –el galerista es el padre de Adriana y Lautaro y exmarido de Fina Oliver, y también artista, pero no participa del proyecto– que trabajan juntos aunque totalmente independientes: es muy interesante”.
La sorpresa a veces también puede encontrarse en el tratamiento actual de técnicas o temas más tradicionales. La Sala Parés, también fuera de la BGW, inicia la temporada con los paisajes de Rafel Joan, al que seguirán otros nombres destacados de la figuración contemporánea como Gloria Muñoz o Xavier Rodés. Hasta diciembre, las galerías proponen nombres interesantes, como Óscar Tusquets (Ignacio de Lassaletta), Magdalena Abakanowicz (Marlborough) o Jaume Plensa (Senda). En Artur Ramon (fuera de la BGW) siguen trabajando en su nuevo espacio en la calle Bailèn, cuya apertura está prevista a mediados del 2017; mientras, están abiertos en el carrer de la Palla, no presentan exposiciones pero sí obras modernas junto con las antiguas.