De la Guerra Civil a la alta cultura
Carlos Rojas Vila (Barcelona, 1928) ha desplegado su trayectoria literaria en dos terrenos principales: el ensayo histórico, centrado especialmente en la España contemporánea, y la novela, donde ha obtenido los premios más destacados.
Doctorado en la Universidad Central de Madrid con una tesis sobre Richard Ford y la generación de 1898, fue lector de español en Glasgow y en Florida y catedrático de Literatura Española en la Universidad de Emory durante treinta y seis años. Tenía apenas siete cuando estalló la guerra civil española, contexto que permea y predomina en la mayoría de sus libros.
Como novelista y ensayista cultiva temas biográficos, fantásticos y de alta cultura en una línea opuesta al realismo social que estaba de moda en sus inicios literarios, desde su primer libro publicado en 1957 hasta sus obras más destacadas:
y
con las que ganó el premio Nacional de Literatura en 1968, premio Planeta en 1973, el Nadal en 1979 y el Ateneo de Sevilla, respectivamente.
ha sido publicado recientemente en EE.UU. por Yale University Press en versión de Edith Grossman.
Representante de la llamada generación del 50, la de los “niños de la guerra”, junto a Ana María Matute, Juan Goytisolo o Josefina Aldecoa, en los años setenta, y de la mano del editor Rafael Borràs, publica varios ensayos histórico de gran éxito:
(1969),
(1973) o
(1975). Su aproximación narrativa a la figura de Azaña le provocó un conflicto con la viuda del político, Dolores Rivas Cherif, quien argumentaba que había reproducido párrafos literales de quien fue presidente de la República Española de 1936 a 1939, a pesar de que en una especie de epílogo el autor confiesa: “De hecho espigué diversos párrafos de las de Azaña y los incrusté casi palabra por palabra en mi narración”. También ha incurrido en el ensayo artístico con o ,yenel 2002 publicó su autobiografía
es, según declaraba el autor a la revista “una de mis novelas más totales. Es una búsqueda y una victoria sobre el pecado original, que es una invención de la Iglesia, claro. Los protagonistas se preguntan: ´seremos nosotros los primeros seres o seremos los últimos de este mundo? ¿Empezará todo aquí con nosotros? Somos inocentes, estamos desnudos y no estuvimos sujetos a ningún castigo, somos Adán y Eva antes del pecado original y no hay nadie más en el mundo”.