Cómo se aplican los cambios en los medios
una comunicación enriquecedora para ambas partes.
Con respecto a los medios, da fe de ello la creación de la Acadèmia Oberta, un espacio web donde los responsables lingüísticos de los medios planteamos problemas, aportamos soluciones y pedimos comprensión normativa por parte del IEC. Y cabe decir que la Acadèmia Oberta, gestionada por Oriol Camps –hoy miembro del IEC y antes asesor lingüístico de Catalunya Ràdio y del portal ÉsAdir–, funciona, los medios participamos y somos escuchados (aunque no siempre se nos dé la razón, claro).
La ha sido la tercera pata de esta puesta a punto lingüística que ha ejecutado el Institut en el campo normativo. Cuando los miembros de la Secció Filològica avistaban el final de los trabajos gramaticales, se apercibieron de que acto seguido les esperaba la reforma ortográfica, un trabajo que, aunque se podría calificar de menor al lado de la obra cumbre gramatical, también es importante. Como no parecía lógico que, después de veinte años de trabajo, se publicara la nueva gramática escrita con una ortografía que al poco tiempo sería reformada, el IEC decidió adelantar la reforma ortográfica.
La comisión ortográfica se puso manos a la obra y terminó la redacción de la nueva ortografía contra el reloj. Una de las nuevas normas ha levantado gran polvareda entre los hablantes: la supresión de más de un centenar de tildes diacríticas. El resto de las normas ha sido aceptado sin problemas, por necesarias o por rebasadas por el uso, especialmente de algunos medios de comunicación. Hay algunos ejemplos en estas mismas páginas.
Con respecto a las más de 140 El día 1 de enero, casi todos los medios de comunicación en catalán de Catalunya, las Baleares y el País Valenciano ya aplicaron las nuevas normas ortográficas. La decisión fue fruto de un acuerdo con el IEC, a raíz de la petición de la Secció Filològica de dar el paso todos al mismo tiempo para enviar un mensaje de unidad ortográfica a los lectores y espectadores.
Una nueva gramática y una reforma ortográfica suponen cambios de gran envergadura, y los medios se enfrentaron con un esfuerzo adicional en la tarea diaria que comporta la corrección de textos y las traducciones en el caso de los bilingües.
En agosto, cuando se hizo la propuesta, los medios pedimos un tiempo prudencial, especialmente los que, como
trabajamos de base con un traductor automático para elaborar las dos versiones. La fecha del 1 de enero nos pareció lo bastante significativa y lejana como para tenerlo todo listo.
LucySoftware, la empresa que gestiona el programa de traducción automática que usamos, se puso las pilas y el 16 de diciembre nos entregaba una primera versión con los cambios más significativos. Aún quedaban quince días, con las fiestas de por medio, para acabar de engrasar la máquina. No era una actualización, sino dos, dado que traducimos de castellano a catalán y de catalán a castellano.
El segundo software es el que se ha visto más modificado. De castellano a catalán sólo ha habido que cambiar las grafías de llegada, como por En la dirección contraria, con la desaparición de un buen grupo de tildes diacríticas, las ambigüedades se han multiplicado y ha habido que añadir más información de contexto para que la traducción sea más precisa. Por ello hemos decidido indultar la tilde de (oso), que producía algunos casos de confusión con el (hueso). El equipo de Edición trabajó de lo lindo y hoy, más de un mes después, podemos decir que la herramienta funciona prácticamente tan bien como antes de la reforma ortográfica. Además, sirve de gran ayuda a la hora de aplicar las nuevas grafías.