Campos literarios
Panorama de posguerra
Cuando en 1952 arranca la primavera del –el afán de crear unmarco cultural en España donde la literatura catalana pudiera empezar a normalizarse–, el crítico de arteRafael Santos Torroella escribe en la revista sobre literatura catalana. En el primer artículo trazó una panorámica y, para situar a los lectores del resto deEspaña, hacía esta afirmación. “Ignoro por qué no acostumbra a tenerse en cuenta el hecho, harto evidente por lo demás, de que la producción literaria de Cataluña es, esen- catalán, además, a principios de los cincuenta la lengua seguía siendo en gran medida un factor determinante de prohibición. Nosiempre, pero casi siempre. Quizás no para Josep Pla, que era un vencedor de laGuerra Civil, pero Pla siempre es una excepción. En realidad, el género comercial por antonomasia de la modernidad –la novela– casi sólo existía en castellano y dos de los principales best sellers españoles de la primera posguerra – (1942) de IgnacioAgustí y
(1953) de José María Gironella– eran de artístico, que se quería autónomode política y economía, cuya lógica no era económica sino centrada en la acumulación de capital simbólico. Es en este segundo campo –el campo literario–, al que intuyo que Santos Torroella se refería toda vez que su género paradigmático era la poesía. Por entonces la poesía actuaba como una luz resplandeciente al final del túnel y, como un diamante en la oscuridad, CarlesRiba era percibido como el paradigma de la literaturacatalanaenel restodeEspaña. Es la época mítica de
cuando modificar. Primero porque el franquismo, a la hora demadurar un equipo de escritores en castellano, del poder y con calidad (a través de a través del primer no lo logró. Segundo porque una serie de universitarios e hijos de gente bien, usando plataformas del sistema pero no para reforzarlo sino para impugnarlo, estaba coagulando un grupo lo bastante sólido para construir un potente campo literario en castellano. Es nuestro Bloomsbury. El 14 de febrero de 1950 Josep Maria Castellet escribe a Joan Ferraté propo-
Castellet escribía Joan Ferraté para que colaborara en ‘Laye’, asegurándole completa libertad