La Vanguardia - Culturas

Caminando entre sombras

Diecisiete filósofos, entre ellosMarin­a Garcés, desvelan el frágil equilibrio de nuestromun­do en ‘El retroceso’; Grimaldi explora una sociedad sin reglas a través del terrorismo y Timothy Garton Ash analiza la libertad de expresión

- Contro lalalibert­ad

Nunca como ahora se ha tenido la certeza de estar en disposició­n de abordar los retos para afrontar el mundo, gracias al desarrollo tecnológic­o y científico, y, al mismo tiempo, se ha establecid­o un estado de desánimoqu­e re corre la sociedad y un agotamient­o que paraliza cualquier vía de reacciónso­brelo quese ciernesobr­e ella. Propongo la lectura de tres ensayos: Elgranretr­oceso, obracoral,

Los nuevos sonámbulos del filósofo francés Nicolas Grimaldi, y Libertad

de palabra del historiado­r y politólogo Timothy Garton Ash; en los tres análisis observamos una línea que los atraviesa y señala el estado de suspensión en que deja la actual globalizac­ión a hombres y mujeres, que se encuentran cada vez más alejados de la realidad, y sin capacidad ni estímulo para actuar directamen­te sobre los que les atañe. Un estado que bien podría ser definido como ya lo hizo HermannB rochen 1935, en su novela El

encantamie­nto, como“sobria ceguera y embriaguez sobria ”. Un tiempo que no nos pertenece

El gran retroceso parte de un proyecto editorial enmarcado para dar voz a prestigios­os pensadores, en especial filósofos, y desvelar el frágil equilibrio en queseen cu entra nuestro modelo de vida. Son 17 v oc es(Zygmunt Bauman, Pankaj Mishra, Wolfgang St re eck,NancyFra ser ), entre las que destacaré ala filósofa Mar in aGarcés. Establece que, tras la posmoderni­dad que aún sigue alentando de forma agónica la visión política y estética de nuestra realidad, hay que empezar a definir la desde nuevos preceptos, señal ando su“condición póstuma ”. Se trata de impulsara llect ora reconocer que“nuestro tiempo es un tiempo en que todo se acaba”; “ahora vemos cómo se terminan los recursos, el agua, el petróleo y el aire limpio...”. Pero no sólo lo material. También ideas que habían definido nuestro mundo, como “el progreso, el futuro como tiempo de promesa, del desarrollo y el crecimient­o ”.

La cuestión en que gravita su propuesta se centra en observar que la catástrofe de nuestro tiempo, la que no vemos o no queremos ver, es que estamos inmersos en un tiempo que ya no nos pertenece. Propone que, supera dos todos los límites, citando a Günther Anders, “en potencia, crecimient­o y consumo, es preciso desarrolla­r una crítica de los límites humanos”. Su análisis plantea que no nos quedemos a merced de un tiempo marcado por las visiones apocalípti­cas o los relatos tecnoutópi­cos, sino que aspiremos a denunciar que “se está librando una guerra contra l ah is- toria, no contra la historia enmayúscul­a, sino contra la contingenc­ia y su sentidoabi­erto”.

Cuestión de creencia De la misma forma en que Hermann Broch en su trilogía Los sonámbulos utiliza la imagen de aquellas personas que duermen y sueñan con los ojos abiertos, reflejando la sociedad a través de tres personajes: el romántico, el anarquista y el realista, Ni colas Grimaldico­nLos nuevos sonámbulos caracteriz­a a los terrorista­s que asolan Occidente, como ha ocurrido recienteme­nte en Man chester. El detonante de su ensayo es el atentado al semanario satírico Charlie Hebdo,d onde mataron a doce personas al grito de “Alá es el más grande”. Grimaldi observa cómo “creían firmemente que eliminaban a unos impíos, a unos enemigos, a unos culpables, y al mismo tiempo sabían que delante no tenían más que a unos inofensivo s bromistas. Esa es la parado jade la creencia: fingimos saberlo que ignoramos, al mismo tiempo que fingimos ignorar lo que sabemos ”. Su visión sobre el terrorismo es también una exploració­n de una sociedad que ya no tiene reglas a seguir y, menos aún, para juzgarlas. Una situación que lleva a los terrorista­s, todos ellos europeos, a convertir las creencias imprecisas en certezas inapelable­s “porque todo es cuestión de creencia, y la creencia no es cuestión de sensibilid­ad o de convicción, sino únicamente de contagio por imitación, y de imitación por cobardía o por timidez ”. El ensayo de Timothy G ar ton Ash Libertad de palabra busca establecer en qué punto se encuentra la libertad de expresión en un momento donde la sensación de estar y saber se informado es superior a tener conciencia de las condicione­s en que nos llega la informació­n. Un ensayo que deberíamos denominar estudio, pues se apoya en el proyecto global por internet Free Speech Debate.com, quedesvela cómolos estados,las empresasco­mo Google o Facebook y los ciudadanos, crean sistemas para limitar, provocar o mediatizar a las sociedades. En un campo de ilusión de máxima libertad se están imponiendo formas de control que deben hacernos revisar el actual estado de salud de la libertad de expresión.

Países como China han creado el escudo de oro, un gran cortafuego­s capaz de bloquearlo­s proveedor es de internet de alto nivel, a empresas comoGoog le que imponen sus modelos empresaria­les a los países sin que éstos puedan reaccionar, acom unidadesce­r radas que utilizan internet para extender, bajo la apariencia de informació­n, una visiónxenó­foba. En su poderoso ensayo, Garton Ash se adentra en la fragilidad en la que viven las sociedades en la democracia que creen, equivocada­mente, que su sistema de libertades está a resguardo del a globaliza cióny,enp articular, de lacomunica­ción.

Estos tres ensayos alertan de que caminamos por el mundo entre sombras, ignorando que, como destaca Garcéscit ando el testimonio del aescritora­Sv et lana Aleksiévic he ns u obra Voces de Chernóbil ,“ha cambiado todo. Todo menos nosotros ”.

 ?? DANI DUCH ?? Manifestac­ión en Madrid contra el ataque terrorista a la revista ‘Charlie Hebdo’ en el 2015
DANI DUCH Manifestac­ión en Madrid contra el ataque terrorista a la revista ‘Charlie Hebdo’ en el 2015
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