Adiós a una galería
Con el final de julio nos llega el adiós de Alejandro Sales, quien cierra su histórica galería en la calle Julián Romea de Barcelona. La abrió hace treinta y dos años y ha expuesto a figuras de prestigio mundial como Anish Kapoor, Richard Long, Mapplethorpe o Richard Deacon; dio cancha cuando arrancaban a Plensa, Lluís Lleó o Marina Núñez; y ha acogido también a Esteban Vicente, Riera i Aragó, Moreno Meyerhoff, Estrada o Carmen Calvo. Pas mal! Con un guiño, cuenta su fundador, “especial a la pintura, disciplina que según mi entender ha sido muy mal tratada y muchas veces ninguneada”. Sales estuvo entre los impulsores de la Asociación Art Barcelona, de la que luego se distanció, y era habitual de Arco. “Pero ahora nadie compra nada y llevo tres años perdiendo dinero cada mes”, reflexiona melancólico.
Esta desaparición se suma a otras emblemáticas como la de la histórica René Metras o la guadianesca Sala Vinçon, que nos dejó junto con el comercio que la albergaba. Leyendo la historia del galerismo catalán que publicó Jaume Vidal Oliveras en el 2012, se constata con nostalgia el gran brillo en los años setenta y ochenta de este sector, hoy en reformulación por la crisis, la política desenfocada de las instituciones públicas y museos, y las nuevas formas de comercio. Es cierto que otras salas han irrumpido; que algunas se han reconvertido, y que impera el voluntarismo. “Poco debe extrañar esta decisión, en estos años he visto cerrar lugares entrañables para mí, locales y tiendas que parecía imposible desaparecieran”, argumenta el galerista. Ya hablaba Schumpeter de la “destrucción creativa del capitalismo”... Pero con la galería Sales se va una pieza de nuestro paisaje cultural, y una época.