El tirón francés
Tengo la suerte de vivir cerca de un cine que programa en versión original (¡bendito Boliche, no nos falles nunca!), y además los domingos por la noche ofrece mitad de precio, con lo que mi mujer y yo solemos acabar allí la semana, con nuestras hijas o un matrimonio amigo. Repasando la procedencia de películas vistas allí, o en el Balmes, en años recientes, constato que el primer lugar es para Francia. Y no por casualidad, seguro. La última ha sido Cincuenta primaveras, con una estupenda Agnès Jaoui afrontando la etapa de la menopausia. La antecedieron otras comedias y melodramas clasificables por temas: la familia y los nuevos núcleos familiares (La vuelta a casa de mi madre, Mañana empieza todo, Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?, La familia Belier); la
medicina (Un doctor en la campiña, Hipócrates); la emigración (O los tres o ninguno, Fátima); vida de provincia (Primavera en Normandía, Rosalie Blum, No es mi tipo, aunque en general en el cine francés reciente la marca provincial es potente); la justicia (El juez); el paro (La ley del mercado); discapacidades (Intocable, Un hombre de altura); la enseñanza (La profesora de historia, El porvenir); la vivienda (El señor Henri comparte piso)...
Una primera impresión es que en Francia se están realizando películas muy pegadas a la realidad, a problemas que interesan a un público amplio, pero al que no se toma por idiota, con fórmulas narrativas accesibles y apetecibles. Resultado: en Francia, el 45% de la población ve películas nacionales.
En España, esa cifra es del 13%. ¿Será porque nuestros cineastas no acaban de dar con el tono? ¿Tiran demasiado a la farsa desmelenada o hacia lo minoritario? En los últimos años películas de Amenábar o Bayona demuestran que se puede ser taquillero sin ser Torrente. ¿Dónde está el problema? ¿Tiene que ver con el apoyo institucional, tan claro en Francia?
Y otro dato, que puso de manifiesto Mikel Lejarza en la última edición del Foro Edita: los ingresos de Messi equivalen al presupuesto anual del conjunto del cine español. En sus prioridades económicas cada país se retrata.