El teatro invade la calle
Lluvia de espectáculos en las fiestas de la Mercè
Hasta hace unos años la Mercè era música y tradición. Conciertos más o menos grandes, castells, correfocs… Y ahí se acababa todo. Pero ya no. Desde que nació el Mercè Arts de Carrer, Barcelona, cada mes de septiembre, se convierte en un gran escaparate de las últimas tendencias de espectáculos pensados para ser representados en la calle: circo, acrobacias, malabares, pero también danza contemporánea, hip-hop y espectáculos donde creación y tecnología se encuentran para inventar las artes escénicas del futuro.
El Mercè Arts de Carrer (MAC) ha crecido poco a poco, paso a paso, pero ahora, cuando celebra su décima edición, ya puede presumir de ser uno de los grandes encuentros europeos que congrega a decenas de miles de barceloneses (el año pasado fueron cerca de 230.000) en sus tres escenarios: el parque de la Ciutadella, el castillo de Montjuïc y, desde el año pasado, el parque de la Trinitat. “La Mercè es una gran oportunidad para compartir cultura, para conectar con la ciudadanía, con esos barceloneses que normalmente no van al teatro”, explica Marta Almirall, responsable de Fiestas del Ayuntamiento de Barcelona y, por lo tanto, de la Mercè, pero además directora artística del Mercè Arts de Carrer, un festival que ella se inventó y ha hecho crecer.
“Durante los días del festival, la ciudad se convierte en una gran escenografía y nosotros intentamos presentar los mejores espectáculos en el espacio que más les conviene, que más y mejor les puede ayudar a crecer”, añade Almirall que, con esa filosofía, ha especializado cada uno de sus tres escenarios, en la Ciutadella, Montjuïc y la Trinitat.
El parque de la Ciutadella, un espacio que funcionará desde el mediodía y hasta pasada la medianoche y que se centrará en la danza contemporánea y los espectáculos de luz y tecnología, ganará este año espacio al extenderse por el paseo Lluís Companys, una zona que el MAC cederá al claqué aunque mantendrá la presencia de los Brodas Bros y Brincadeira; en la Ciutadella también estrenarán trabajos, entre otros, Lali Ayguadé y la compañía de Mar Gómez.
Por su parte, el castillo de Montjuïc se reserva para una docena de propuestas de circo internacional, desde Leandre a Pepa Plana, las fieras de Kerol o los franceses Cirque au Carré. Mientras que el último espacio en incorporarse, el parque de la Trinitat, quiere convertirse en el más participativo a la vez que cede espacio a los ritmos y las manifestaciones más urbanas: hip-hop, skate, rollers… Será por ejemplo en la Trinitat, y apadrinado por los humoristas de El Terrat, donde está previsto que se celebre un concurso de monologuistas abierto a todos los barceloneses.
Y, a todo ello, se une año tras año una especial mirada sobre la creación y los creadores de la ciudad invitada a la fiesta mayor barcelonesa que, en esta edición, es Reikiavik. Desde la capital islandesa llegará, por ejemplo, Eyesberg ,la experiencia de realidad virtual que se instalará en una cúpula al pie de la cascada de la Ciutadella, y que mostrará la naturaleza desbordante de un país dibujado por el hielo y el fuego.
Para la directora artística del festival, Marta Almirall, el MAC “es una gran oportunidad para compartir cultura, para conectar con la ciudadanía”