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El nuevo año teatral lleva a Barcelona un buen puñado de tragedias, de circo cargado de poesía y de montajes en los que los protagonistas son gente de la calle. Madrid tiene un desembarco catalán y gran teatro internacional
El nuevo año teatral llega cargado de musicales, circo y grandes nombres, con algunos claramente protagonistas. En Barcelona, van a ser Emma Vilarasau, Pere Arquillué, Josep Maria Pou, Julio Manrique o Àngel Llàcer; pero, a la inversa, también el teatro que sube directamente la sociedad a las tablas, a personas anónimas de colectivos trans o de grupos en riesgo de exclusión, va a seguir ganando protagonismo. En Madrid, de donde van a llegar muchos de los musicales que pasarán por la capital catalana, habrá a cambio un verdadero desembarco de teatro catalán en el Centro Dramático Nacional, comenzando este enero por Josep Maria Flotats. La programación de teatro internacional de Madrid será impresionante, especialmente gracias a los Teatros del Canal que dirigía Àlex Rigola. El viejo arte de la tragedia
Barcelona vivirá un año notablemente trágico. Emma Vilarasau se marcará nada menos que tres producciones en el Teatre Lliure, siendo la más destacada la Medea en la que la va a dirigir Lluís Pasqual, que también la conducirá en la lectura dramatizada de otro hito trágico, la Bérénice de Racine. Por cierto que si la versión de la Medea de Eurípides va a cargo del propio Lluís Pasqual y de Alberto Conejero –el autor de la premiada La piedra oscura, sobre las últimas horas de Lorca–, este también es el responsable de la versión de las Troyanas que se verá en el Romea en marzo protagonizada por Aitana Sánchez Gijón y dirigida por Carme Portaceli. Un Romea donde proseguirá en abril el halo trágico con el Èdip que se va a marcar Oriol Broggi dirigiendo a Julio Manrique en este clásico que preside el viejo “conócete a ti mismo”.
Monstruos, libertinos y Wilde
Pere Arquillué, además de regresar con el Art de Yasmina Reza al Goya en abril, se apunta a un papel arriesgado: un hombre misógino, racista, homófobo e incluso violador en la enorme
Blasted (Rebentats), un texto de la británica Sarah Kane que llega este enero al TNC. El mismo mes en el que Josep Maria Pou va a ser nada menos que el capitán Ahab y enfrentarse a
Moby Dick, también en el Goya. Vicky Peña será una multimillonaria que regresa a sus orígenes dispuesta a vengarse en La visita de la vella dama, en enero en el Lliure. Se enfrentará a marionetas. Joan Pera será el protagonista en el Condal en febrero de El
fantasma de Canterville de Oscar Wilde a las órdenes, si se disciplina, de Josep Maria Mestres. No será el único Wilde en cartelera: David Selvas dirige en junio en el TNC La importància de ser
Frank con David Verdaguer y Laura Conejero. Àngel Llàcer va a ser el protagonista de dos propuestas para el gran público. En el TNC, junto a Joel Joan, dará vida al Frankenstein de Mary Shelley en una versión del cineasta Guillem Morales que dirigirá Carme Portaceli. Y en el Tívoli desde sep-