La vejez ya no es lo que era
El ensayo, la novela y el cine dan nuevas visiones de la tercera edad
Cuando la crisis estalló con toda la virulencia en Grecia, el escritor y cineasta Pedro Olalla (Oviedo, 1966) nos habló directamente a través de la cámara de su ordenador y, desde su apartamento de Atenas, sorprendió a muchos haciendo una lectura comparada entre lo que significaba la democracia en la antigüedad y lo que significa hoy en día. De esas reflexiones, y de su mirada irrenunciablemente humanista, nacen libros como Historia menor
de Grecia o Grecia en el aire, ambos publicados por Acantilado. Ahora, sin embargo, el helenista ha escrito una carta abierta a Cicerón para abordar los prejuicios que acompañan a la vejez. De senectute politica aparece cuando la esperanza de vida es mayor que nunca. Toca, pues, repensar eso a lo que hemos llamado tercera edad.
Galeno afirma que “no es viejo quien tiene muchos años, sino quien tiene mermadas sus facultades”.
Aún hoy, perezosos para la reflexión y llevados por muchos prejuicios, asociamos a la tercera edad la pérdida de facultades esenciales, la enfermedad, la decadencia intelectual, la inutilidad, el aislamiento, la renuncia al disfrute, el empeoramiento del carácter y la inflexibilidad moral. Este libro, en cambio, trata de argumentar que esa degradación penosa y desvalida de uno mismo no es un funesto don que llegue con la edad de forma inexorable, sino un proceso personal cuyo desarrollo y cuya capacidad de destrucción y alienación dependen en gran medida de nosotros, como individuos y como sociedad.
Su ensayo aparece cuando miles de jubilados españoles están saliendo a la calle para pedir pensiones dignas.
Envejecer no está reñido con la virtud política ni es causa de su ausencia, y el alargamiento de la vida que nuestra sociedad experimenta hoy no explica el deterioro moral ni la tendencia hacia la insolidaridad; ni explica, por supuesto, las mezquindades de quienes toman decisiones políticas ni las insuficiencias de nuestra democracia. Más bien pienso que si la democracia puede parecernos envejecida, no es por la edad de los llamados a tomar parte en ella, sino por haber perdido, como proyecto político, el ímpetu transformador de sus valores esenciales que tuvo en su lejana juventud, cuando empezó a forjarse en Atenas.
¿Por qué valoramos más que un político sea joven y no viejo?
A quienes temen que la longevidad de nuestro tiempo convierta nuestra democracia en una especie de gerontocracia retrógrada y abyecta, conviene recordarles que en esta Europa nuestra –donde la cuarta parte de la gente ha cumplido ya los 63 años–, los organismos de gobierno, las cúpulas de los partidos, el cuerpo judicial y los centros donde se toman decisiones, dan a esa población de edad avanzada una representación mínima o nula. ¡Incluso en el Senado los mayores son una escasa minoría!
Afirma que envejecer bien supone un doble empeño.
Sí, en este diálogo con Cicerón trato de abordar el envejecimiento como un desafío vital que es a la vez ético y político. Creo que muchas de las dificultades que arrostramos al ir cumpliendo años no provienen
“La degradación no es un funesto don que llegue con la edad, sino un proceso que depende de nosotros”
tanto de la edad como del carácter, de los hábitos y de la actitud vital de las personas, por lo que pienso que envejecer es, en un alto grado, un empeño ético; paralelamente, el hecho de que nuestra sociedad esté o no organizada y facultada para posibilitar dicho empeño hace también de él un propósito político. Junto a esto, en el plano estrictamente personal, creo que, para una buena vida, no basta con ser buen autor de la biografía propia; hay que aspirar también a ser coautor, y bueno, de la biografía colectiva.
Su libro arranca con unos versos de Safo. Después dedica un capítulo a las mujeres. ¿Cree que han sido especialmente discriminadas también cuando han llegado a esa tercera edad?
Para desgracia de la humanidad, desde tiempos anteriores a Cicerón hasta el día de hoy, la mujer ha sido preterida y despreciada frente al hombre; y envejecer, como tan-