“ESTAR EN EL PICASSO ERA UN SUEÑO”
y eso inconscientemente para mí fue importante, y así nosotros en el 2002 vimos que era un momento en el que teníamos que parar y decidimos ir a Japón, y fue un cambio de paradigma. Pero de forma inconsciente.
(La vinculación de Ferran Adrià con el mundo del arte va más allá de su relación con Vicente Todolí, quien fuera director de la Tate Modern de Londres, y sobre todo su amistad con el pintor Richard Hamilton, cliente de ElBullidesdeantesinclusodesusinicios, y de quien explica que es la persona que le enseñó, ante su escepticismo inicial, que la cocina es un lenguaje. Incluso va más allá de su participación en la Documenta de Kassel en el año 2007. Se relaciona directamente con el ansia de Ferran Adrià por entender, y explicar, la cocina, su proceso creativo, su arte, siempre dentro de su ámbito).
Me decía antes que el restaurante es la sala de exposiciones del cocinero.
Si crees que la experiencia gastronómica es emocional, creativa, entonces la tienes que tomar en un restaurante, que al final si te das cuenta es una instalación, una performance. Nosotros en El Bulli hicimos un cambio de paradigma, pusimos en cuestión todo lo que conocemos, porque durante toda la historia hemos ido a un restaurante para comer algo que nos guste, pero entonces hicimos este plato en 1994, la menestra de verduras con texturas,