El mayo de Pauline Dreyfus
Pauline Dreyfus, nacida en 1969, procede de una familia con pedigrí: nieta por parte materna del escritor Alfred Fabre-Luce, complejo personaje que fue detenido por los nazis y también encausado por colaboracionismo, es hija del abogado y figura prominente del Partido Socialista Francés Tony Dreyfus, de ascendencia judía, quien llegó a ser secretario de Estado con Michel Rocard. Hasta ahora ha publicado tres novelas. En la primera,
Immortel, enfin (no traducida en España), relata la recta final de Paul Morand hacia la Academia Francesa. Morand, diplomático en Londres al estallar la guerra, se negó a sumarse a la Francia libre. Se salvó por los pelos de ser depurado, pero De Gaulle se vengó vetándole el acceso a la institución. En 1968 un Morand ya anciano tendrá una última oportunidad de hacer realidad el gran sueño.
La segunda, Son cosas que pasan (Anagrama), se centra en la princesa Natalie de Lusignan, amante de las artes con amistades peligrosas. El escenario, París y la Costa Azul, en tiempos de ocupación alemana. Como telón de fondo, la idea de que una clase social libertina no puede ser muy estricta en cuestiones de pureza racial.
Ahora publica El banquete de las barricadas (también en Anagrama), que comenta en este mismo número José Enrique Ruiz-Domènec entre las novedades con motivo del cincuentenario de Mayo del 68. Dreyfus relata una jornada en el lujoso hotel Meurice de París, mientras las calles están tomadas por los contestatarios y el personal y los huéspedes se ven enfrentados a complicadas situaciones.
Como en sus dos libros anteriores, la autora utiliza documentación real y abundantes anécdotas de la pequeña historia literaria, y aborda los temas del colaboracionismo y el antisemitismo que por experiencia familiar le son tan próximos. Se mueve a gusto en un registro irónico con imprevistos y muy modulados rebordes trágicos.
La millonaria Florence Gould, que pagaba cada año el banquete del premio Roger Nimier; el joven galardonado Patrick Modiano, enfermizamente tímido; el desbordante Salvador Dalí, cuyo ocelote se come al perro pequinés de Florence Gould desencadenando una gran crisis, o el millonario J. Paul Getty, recluido en el Meurice en previsión de los acontecimientos, son algunos invitados en este impecable friso de un mes célebre, a cargo de una de las más interesantes autoras francesas en activo.